Aries es feliz con muy poco. Lo único que Aries desea es que alguien lo escuche, especialmente sin que lo haya pedido. Que los demás sean capaces de sentir cuando está mal o cuando está triste. Se siente feliz cuando los demás simplemente se paran a escucharle y lo único que hacen es darle un abrazo y decirle que todo irá bien. Aries solo necesita que le comprendan y que le entiendan cuando está sufriendo. No siempre quiere compartir con los demás ese dolor, solo necesita sentirse protegido y cuidado.
A Aries le hace feliz también tener las ideas claras. Solucionar todas sus dudas y aclarar todo el futuro que tiene por delante.
Le agobia un poco pensar en lo que vendrá. Por eso, es feliz simplemente cuando no tiene qué pensar en eso, cuando todo sale rodado. También le encanta que la gente que le rodea tenga las cosas claras. Que tengan claro lo que quieren y lo que no quieren con ella/él, que no jueguen. Ama salir, disfrutar, vivir la vida sin necesidad de analizarlo todo. Tiene un punto tan infantil y tan espontáneo que hacer reír a los demás. Y Aries se siente parte de eso y es feliz cuando entiende que puede ser él o ella misma sin cortarse por nada.
En esos momentos en los que Aries no se siente bien consigo mismo, lo único que le hace feliz es tener cerca a un buen amigo. Esa persona en la que tanto confía y la que nunca le va a fallar. No hace falta que le entregue todo su amor ni que le diga cuánto le quiere, con sentir que está cerca, le vale. Aries es feliz con poco y quien lo conozca lo sabrá muy bien.
Siempre preferirá un detalle inesperado a algo extremadamente preparado. Y no le traiciones, no lo hagas nunca porque será lo que más le duela en la vida. Y quizás perdone sí, pero a base de olvidarlo todo. Jamás será lo que fuiste.