Leo disfruta y es feliz cuando se rodea de la gente que le quiere. Le encanta poder estar cerca de las personas que de verdad ama. Disfruta mucho cuando pasa su tiempo libre con aquella persona de la que está enamorado/a. Le da igual el plan. No le importa pasar la tarde encerrado en casa y tampoco dirá que NO a algún viaje inesperado. Todo es válido para Leo mientras que esté en buena compañía, que eso es lo principal para ser feliz. Se da cuenta de que también le hace feliz encontrar a ese alguien con quien poder mantener conversaciones profundas durante horas. Aquellas conversaciones que le hacen conocer mucho más a la otra persona y aprender sobre la vida en general. Le enorgullece sentir que se está enriqueciendo personalmente.
Por lo general, a Leo le suele aburrir la rutina, por eso, es muy feliz en aquellos momentos en los que es capaz de romper con ella.
A veces es inevitable no establecer una rutina en nuestro día a día, pero a Leo le encanta saltarse las normas. A veces esto puede actuar en su contra porque puede dejar planes o propósitos a medias porque se «le antojó» otra cosa entre medias. Sea como sea, le hace feliz hacer cualquier plan que rompa con lo establecido. No le gusta cuando una relación se estanque. Le encanta que de vez en cuando le sorprendan con pequeños detalles. Y no tanto por el detalle en sí, lo único que le importa de verdad es que exista ese factor sorpresa.
Otro motivo que le hace feliz a Leo es salirse siempre con la suya. Le gusta llevar la razón y tener la última palabra. Si alguien le intenta llevar un poco la contraria, se tardará poco en llegar a la conclusión de que Leo es quien lleva al final la razón. Con esto no quiere decir que le guste pasar por encima de los demás o hacerles daño. No. Simplemente Leo es feliz cuando sabe que ha ganado y cuando puede disfrutar de una victoria. Aunque sea pequeñita.