Aries es puro fuego, como todos bien saben. Y cuando Aries no sabe controlar una situación, prende fuego a todo. Cuando no está de humor o alguien le hace enfadar, rápidamente todo su fuego sale a la luz para hacer arder cualquier cosa que haya a su alrededor. Aries quiere ver el mundo arder, quiere mandar todo bien lejos y quemarlo lo antes posible. Quemar su pasado, quemar su presente y quemar cualquier cosa que haya a su alrededor. Porque cuando Aries está enrabietado es así.Aunque no le hayas hecho nada, si Aries tiene un mal día, también estará enfadado contigo.
Una persona del signo Aries más madura, según ha ido aprendiendo con las experiencias, ha conocido el verdadero poder de ese fuego. Ha aprendiendo a usarlo de una manera mucho más positiva. Aries, ahora, utiliza su poder para quemar su pasado, para sacar de su vida aquellos recuerdos que le hacen sufrir día sí y día también. Para sacar de su vida a aquellas personas tóxicas que no paran de arruinarle su felicidad. Para quemar aquellos momentos donde no se encontraba a sí mismo.
Pero también, lo utiliza para quemar el futuro, para eliminar todas las malas hierbas que estaban creciendo en su camino que no le dejaban seguir hacia delante y para que su camino sea mucho más claro. Para que haya mucha más fuerza en cada paso que da y para sentirse seguro de sí mismo/a.
Aries quema todo lo viejo, para dejar paso a todo lo nuevo que aún está por llegar. Después de todo esto, creará una vida nueva tras toda esta destrucción. Empezará de cero. Avanzará y no volverá a mirar atrás. El peor defecto de Aries es su temperamento y su carácter, pero… ¿quién sabe si no se ha convertido en su mayor virtud?