Cuando te rompen el corazón, Capri, necesitas tu tiempo para sanarte. Quizás más que los demás. Capri, eres un signo al que le cuesta hablar de los sentimientos y probablemente todo el daño te lo guardes para ti mismo. Por eso, damos a darte unos consejos para sanar tu corazón roto. Tú los necesitas más que nadie. Aunque seas fuerte, más que otro signo, cuando hay sentimientos involucrados, todo te cuesta mucho más… Capricornio, ¿cómo reparar tu corazón roto?
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Tómate tu tiempo para sanar
Capri, un corazón roto no se cura de la noche a la mañana. Necesita su tiempo, y esta reflexión es la primera que tienes que hacerte. Cuando se acaba una relación importante, la vida entera de una persona se ve afectada; en su estado de ánimo, en sus relaciones, en sus hábitos diarios… No se quiere ver a nadie, uno está triste, duerme mal, come poco y todo se revuelve en un estómago que lo que tiene es asco a la vida. Sólo se necesita tiempo para que todo vaya volviendo a la normalidad. Hay que llorar lo que haga falta y luego ir dejando las lágrimas atrás y notando que cada día uno está mejor.
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Aparta los recuerdos
Recordar una y otra vez que cualquier tiempo pasado fue mejor es un error. Porque todo lo que avanzar cada día y la herida que vas curando, lo pierdes con estos recuerdos. Estos pasos atrás que te hacen llorar y ponerte nostálgico, lo único que hacen es abrir la herida una y otra vez. La pérdida de ese amor se hace más grande cuanta más importancia le das. Una buena terapia es mirar hacia delante, buscar nuevos planes e ilusiones y mirar atrás lo menos posible. Capri, lo mejor está por llegar. Recuérdalo.
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Si quieres ser constructivo, recuerda sólo lo bueno de aquella relación
Al hilo del punto anterior, sí que es bueno que si pensamos en el pasado sea para recordar e impregnarnos de todo lo bueno que sucedió, de todo lo que SÍ salió bien. Porque si duele haber perdido algo es porque se valoró y si se valoraba es porque en su momento fue importante y tuvo cosas buenas. Quédate con esas cosas buenas, Capricornio. Y grábatelas a fuego para que no se te olviden. Y cuando sientas dolor, piensa que es porque sentiste felicidad y enorgullécete de haber tenido esa oportunidad. Algunos ni la rozan en su vida. Ármate con tus buenos recuerdos sabiendo que tú los hiciste posibles y que con ellos puedes construir otros mejores.
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Disfruta de este tiempo en soledad
Todo el tiempo para uno mismo, para ver a amigos, hacer planes diferentes, y pensar en nuevas opciones para nuestra vida, en nuevas personas que podrían llegar y quedarse es necesario. Vamos, un lujo de etapa en la que soñar, vivir el momento y hacer muchos planes.
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Aprender a perderse en el momento
Nos pasamos media vida deseando lo que no tenemos en vez de disfrutar de lo que tenemos. La felicidad está ahí no para soñar con ella sino para ponerle la fecha de hoy. No supeditarla a personas, relaciones, a cosas materiales… ¿Qué pasa con la felicidad que proporciona vivir el día a día, de disfrutar de esos momentos pequeñitos de bienestar a los que apenas prestamos atención? Es como esas puestas del sol maravillosas, esos pequeños detalles del día a día que nos hacen felices… Así que, Capri, a vivir que son dos días. Disfrútala para estar mejor y para curar tu corazón con pequeños detalles.
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Deja salir tu lado más emocional
Capri, sabes que tus emociones y tú tenéis un problema de entendimiento. Ellas te buscan a ti, pero tú corres para no verlas. O te quedas quieto, pero cierras los ojos. Así, cuando tienes que vivirlas, lo llevas fatal. Si te niegas a ti mismo que amas, sufres o lloras, cuando sean una realidad lo vas a llevar peor. Ama, sufre, llora… es tu alegría, tu dolor o tu capacidad de sentir. Déjalas que vayan contigo. Y algún día aprenderás a quererlas y te liberarás. Y serás más feliz. Y seguro que ya hay alguien deseando que le dejes quedarse en tu corazón.