Lo primero que hay que decir, Aries, es que eres un signo regido por Marte, el planeta de la acción, del impulso, pero también de la guerra. Así que los problemas en los que sueles meterte son muy potentes. Muchas veces breves sí, pero intensos al máximo.
Cuando estás caliente, puedes ser insensible y a veces tu boca pierde el norte. Las cosas como son, eres incapaz de cerrar el pico incluso cuando sabes que debes hacerlo.
Cuando te enfadas sacas una parte un poco oscura Aries, una parte que incluso te da un poco de vergüenza que los demás vean, pero te da vergüenza después, cuando ya has soltado lo peor de lo peor. Si te llevan al extremo te defiendes, pero siempre de forma violenta. Si hay que insultar se insulta, si hay que romper cosas se rompen, si hay que volverse loco, pues uno se vuelve loco y ya. Y no te das cuenta en el momento pero eso es lo que quieren los demás, llevarte a ese límite y que al final quedes tú como loca/o, como desquiciada/o…
Puedes tener rencores pasados y a veces, cuando no te has curado del todo desentierras esos conflictos y otra vez vuelves a la carga. Muchas veces te tachan de ser una persona demasiado infantil. Pueden acusarte de ser alguien que busca la atención constantemente, incluso aunque eso produzca conflictos serios.
No es que te pases la vida pensando en cosas malas del pasado, pero en cuanto ves o sientes algo que te recuerda a algún episodio feo vivido, te viene todo de nuevo a la mente y zas, sueltas lo que sientes. Es raro ver a alguien del signo Aries ser rencoroso, pero no vas a callarte si lo tienes ahí, dentro.
Sabes que muchas cosas no son sanas para ti, sabes que puedes hacerte mucho daño a ti misma/o, pero eres como eres. Y podrán culparte de muchas cosas pero no de falso. Así que, prefieres decir verdades como puños aunque quizás no las digas con el tacto adecuado, que ser alguien sin valores, sin carácter, alguien manipulable, alguien sin genio, alguien sin sangre. Harás lo que sientas siempre, aunque te metas en problemas. Aunque te duela, aunque el mundo no lo entienda. Porque tú, cuando lo haces, luchas por causas justas.