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A Leo le sobra amor propio, de verdad que le sobra… Pero de Leo también hay que entender que hay mucha fachada de orgullo y egocentrismo, pero por dentro es suave y delicado como el algodón. Y sufre demasiado por todo, y es uno de los signos más temidos por el resto pero también uno de los más sensibles del Zodiaco. El amor propio de Leo está ahí, y puede que parezca que aparentemente nada ni nadie puede hacerle caer, pero no es oro todo lo que reluce.
Leo es optimista, y como buen signo de fuego siente que al final siempre saldrá de todas. Pero a veces, le hacen tanto daño que en el momento, parece encogerse y sentir que el mundo se acaba. Pero, para desgracias de muchos, esto es solo temporal y Leo SIEMPRE se levantará con más fuerza.
Leo tiene amor propio sí, pero eso no quita que le cueste mucho ser racional y quererse más a sí mismo que ser impulsivo y cagarla. Porque costarle, le cuesta. Y sobre todo en temas de amor. El león pelea muchísimo consigo mismo. Sabe que el amor que se tiene a sí misma/o le dice que no se arrastre por nadie, que no ruegue, que no se crea menos que nadie…
Si Leo está enamorado deja todo eso de lado, no mucho, pero sí lo suficiente como para sentirse mal después. Porque Leo no es así. Porque sí que sabe lo que vale y lo que merece. Leo sí que se quiere y se intenta respetar a sí mismo. Y cuando echa la vista atrás y ve que ha perdido el tiempo y casi perdiendo su autoestima y su valía por alguien que no merece la pena, se enfada mucho. No con esa persona sino consigo mismo.
Pero con Leo los enfados no duran mucho así que, se secará las lágrimas, se vestirá con lo que sabe que mejor le sienta y volverá a mirar a la vida con ilusión y con ganas. El amor propio de Leo es indestructible.
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