Ella marca y deja huella, aunque no lo quieras, aunque la huyas, aunque corras todo lo que puedas… Te persigue de alguna manera, y de repente, está en tus conversaciones, en tus pensamientos, en tu mente. Ella es muy romántica aunque a veces parezca fría como el hielo. No le gusta que la tomen por tonta y por eso, aunque es sólo en apariencia, endurece su corazón. Cuando la conoces, te das cuenta de que es imposible que esconda que te quiere, que daría lo que fuera por ti, que es una romántica incurable. Ella es Aries.
Ella no se esconde de nada, ella brilla con fuerza e ilumina caminos oscuros de los demás. Ella es un fuego que arde y que no quiere apagarse, impulsiva, impaciente y con ganas de hacer, de tener, de experimentar, de vivir. Y lo querrá todo ahora, aquí, ya, en el momento. No es egoísmo, simplemente ella tiene sus urgencias.
Si la miras a la cara verás que quiere aventuras, que está deseando ver mundo, conocer, amar, saber. Quiere llegar a lo más alto, y a veces, es incapaz de canalizar toda esa energía que posee. Una energía que a veces le da la vida, una energía que a veces se la quita.
Ella quiere querer y que la quieran. Quiere volar alto, quiere sus alas completas, quiere que alguien acaricie su corazoncito acelerado y le de paz.
