Cualquiera que conozca a Géminis sabrá que es una persona que anda de arriba para abajo constantemente, que no para quieta y súper despistada. A veces, puede dar la sensación incluso de que pasa un poco de todo, de que no está pendiente de los demás, de que es incluso egoísta… Nada más lejos de la realidad, simplemente está a otras cosas, se olvida, se distrae. Pero eso no significa que no le importes.
A pesar de ser una persona súper extrovertida, el amor que siente hacia los demás, pocas veces lo siente hacia sí mismo. Le cuesta interiorizar y quererse, necesita trabajar mucho ahí y el resto puede ponerse un poco de los nervios con actitudes de este tipo. Géminis vale mucho pero tiene que recordárselo continuamente para no perder el control.
Además, es una persona súper curiosa, a veces quieres saber más de lo que debería y eso puede llevarse a ser una persona cotilla y un tanto chismosa. No es que lo haga a malas, es que su carácter es así pero eso no siempre lo respetan. A menudo, su curiosidad llega hasta tal punto que es capaz de invadir la privacidad de cualquiera solo para conseguir saber algo. Es obvio que esto puede molestar casi a cualquiera, pero sobre todo a esas personas que no tienen demasiada confianza con Géminis, esas que son más suyas.
Otra cosa que puede molestar mucho al resto de Géminis, será sin duda la independencia que tiene. Volará cuando no esté a gusto en un lugar… Y será capaz de dejar todo atrás. Y todo es todo…