Piscis, tú eres una de esas personas que estás en peligro de extinción. De esas que desde el primer momento sabes que vas a poder contar para lo que sea y para toda la vida. La gente acude a ti para pedirte consejo, para pedirte ayuda, para que les dejes tu hombro para desahogarse. Eres como el ángel de la guarda de todo el mundo, aquel con quien se sienten protegidos, con quien sabes que jamás se sentirán juzgados y con quien no tienen miedo. Pero tu inseguridad está muy relacionada con todo esto…
Tu mayor inseguridad es sentir que puedes decepcionar a las personas que más quieres.
Por lo general, Piscis, tú eres una persona muy insegura y muy sensible. Siempre te pones en lo peor antes de que pase… Muchas veces no crees en todo tu poder, no te valoras cómo te mereces y ahí surgen la mayoría de las inseguridades. No importa cuánto lo intentes, siempre sientes que nunca vas a ser suficiente para los demás.
Siempre crees que no les vas a dar todo lo que se merecen y que no vas a ser suficiente para hacer feliz a alguien. Incluso cuando algo les sale mal a las personas que más quieres, te echas la culpa a ti mismo por no haber estado a su lado para ayudarle y para apoyarle. El más mínimo fracaso hace que te sientas sin valor y hace que te castigues por todo lo que ha salido mal.
Pero, Piscis, es importante que empieces a pensar que no todo depende de ti.
No puedes ser esa alma caritativa que ayuda a todo el mundo, no puedes estar ahí para TODO el mundo… Tienes que empezar a priorizar y a pensar más en ti que en los demás. A partir de ahora, Piscis, por favor, intenta ponerte a ti por delante de todo el mundo. Quiérete más, valórate más, cree más en ti. Tienes mucho ahí dentro que es importante cuidar. Tienes todo un diamante en bruto que solo tú puedes pulir.
