Como todo el mundo, Libra, tú también tienes tus más y tus menos. Por mucho que intentes transmitir siempre esa vibra tan especial y intentes sacar lo mejor de ti, hay veces que no puedes evitar caer en lo negativo. Libra, reconócelo, tienes tus momentos buenos y tus momentos no tan buenos…
En tu mejor momento, eres la persona más encantadora del planeta tierra. Tienes una forma de conectar con los demás que no se compara con la de nadie más. Intentas pasar desapercibido para no molestar a nadie, pero aún así, eres una persona que llama muchísimo la atención. En tu mejor momento, eres súper amable, hasta tal punto que eres capaz de hacer lo que sea por alguien de los tuyos.
Eres paciente y, además, eres capaz de escuchar los diferentes puntos de vista de los demás sin discutir, sin dar voces y sin rechistar. Allí donde vas, aportas buena vibra y alegría, que muchas veces es muy necesaria. Te preocupas mucho por los demás y te aseguras de que todo el mundo esté a gusto y puedan pasar un buen rato a tu lado. En tus mejores días, Libra, brillas más que el Sol.
En tu peor momento, Libra, esa felicidad desaparece. Entras en un bucle del que te es muy difícil salir. Ni siquiera te atreves a compartir tus sentimientos con nadie más. Te vuelves tan inseguro que no confías ni en tu propia sombra. Crees que todo te va a salir mal y finalmente, te sale mal porque atraes con tu mente todo lo negativo. Incluso en tus peores días, dejas salir a tu lado más dramático y malpensado. No puedes evitarlo… Además, sacas tu malhumor y tu carácter a la luz. No te apetece hablar con nadie, no quieres que nadie te hable, ni siquiera que nadie respire más fuerte de lo normal cerca de ti.
En tu peor momento, te aíslas del mundo, te encierras y solo sales de él para pedir un poco de atención. Porque sí, Libra, cuando estás mal, también quieres tener atención y que la gente se preocupe un poco por ti. En tu peor momento, Libra, te conviertes en la persona más contradictoria del mundo. Pero cuando logras salir de ese bucle, te das cuenta de que hiciste todo ese llanto por nada.