Querer y no poder es una de las cosas que más te pueden irritar, Aries pero si encima es por culpa de alguien, peor aún. No soportas la lentitud. No puedes pensar lento, ni actuar, ni besar… Por eso tienes un odio especial hacia las personas que se toman todo el tiempo del mundo para mover un solo dedo de la mano. Esto es lo que más irrita a ti, Aries:
Y mejor no hablamos de esa gente que se toma el privilegio de señalarte con el dedo y acusarte de algo que no has hecho. No hay palabra que describa lo que te nace por dentro cuando te hacen eso. Solo tú notas cómo te empieza a hervir la sangre y lo calentitas que se te ponen las orejas. Los demás solo ven tu cara de “huye mientras puedas”, pero por dentro te envenena la gente así.
La gente que tiene con la cara muy dura y que te cuestiona sin tener argumentos. Gente de mente muy cerrada y con medio cerebro en vez de tener uno entero como casi todo el mundo. La guinda del pastel siempre se deja en el último puesto y esta es tu guinda.
La cosa que más te puede llevar al extremo, la putad* más rastrera que acaba con tu limitada y exclusiva paciencia, Aries, es que mandes un simple mensaje y no tengas contestación alguna. Lo odias. Lo detestas con todas tus fuerzas.
Ese tipo de mala educación despierta los diablos, el infierno y la parte más oscura de tu cabeza. Ya que tú pierdes tiempo en escribir, lo mínimo sería que la otra persona tuviese la cara dura de tener el mismo gesto hacia ti. Un trato justo. Te pueden irritar muchas malas formas, palabras o incoherencias, pero que te ignoren adrede es lo que más te irrita en este mundo de locos y lo sabes.