Hay estados de ánimo que se notan a primera vista, no hay que esforzarse demasiado, pero es la Luna la que tiene el poder de ir hasta la parte más interna de todo. La que puede influir en que alguien se sienta triste, avergonzado, feliz o asustado. En el caso de los que tienen la Luna en Capricornio, suelen ser muy competentes en el día a día, pero cuando se trata de mostrar las grietas del corazón, las cosas cambian completamente.
Por lo regular, estamos hablando de personas que se mantienen ocupadas, no permiten que interfieran en sus sentimientos y se guardan muchísimas cosas, porque una parte de ellos no confía del todo. Pensar con la cabeza fría es parte de sus reacciones favoritas, pero si la Luna se mueve puede que la parte más sensible quede expuesta y eso no les agrada del todo. Hay que aceptar que a nadie le gusta sentirse débil ante el resto y el lado controlador de Capricornio se siente invadido.
De hecho, los que tienen la Luna en Capricornio, se desesperan, pues no les gusta que entorpezcan su estabilidad y ahí es cuando su impulsividad es la que pone límites. Se esfuerzan en mantener la seguridad, por eso siguen las reglas. Se enorgullecen de sus decisiones, quieren hacer todo solos y su vida profesional es sagrada.
Están acostumbrados a recibir el aplauso de quienes los rodean y por eso cuando se sienten vulnerables se esconden, experimentan angustia por no tener sus emociones en orden. Eso sin contar que sus cambios de humor son repentinos y van en aumento. Esto quiere decir que si están enojados por algo, lo mejor es darles tiempo y espacio, porque si la ira se apropia de su ser, las consecuencias pueden ser terribles. No se tocan el corazón ante tanta presión.
Lo cierto, es que viven con una lucha interna de la que no hablan con nadie, en donde una voz constante les exige por todo y nada al mismo tiempo. Se critican cruelmente, lo que hacen es insuficiente y ahí es cuando la tristeza se hace presente. Si no se sienten tranquilos, en armonía y concentrados con lo que están haciendo, saben que tienen que hacer un cambio inmediato.
Cabe destacar, que los nacidos con la Luna en Capricornio suelen esconderse tras una capa muy poderosa, el sarcasmo. Si se sienten heridos e inseguros, disfrazan el mal genio con sentido del humor, bastante negro y siempre con ese toque pasivo-agresivo, que sólo deja claro que se están ahogando en sus propias emociones.
La buena noticia es que poseen las habilidades necesarias para afrontar el caos, pues se les da a la perfección la parte autoritaria. El deseo por tener todo controlado no permite que echen nada en saco roto. Sin embargo, eso no quiere decir que sean felices. Hay veces que lo único que exigen es un poco de ayuda, que los escuchen y que sean capaces de reconocer que sufren como cualquier otro ser humano. Ellos se obligan a levantarse, aunque los nudos que llevan en la garganta sean cada vez más grandes.
Sin embargo, no juzgues por su apariencia, porque detrás de esa fachada respetable y conservadora, se esconde uno de los corazones más bonitos. De los que no temen en amar profundamente y entregarse a un nivel inimaginable. Les cuesta al principio, pero cuando logran comprobar que vale la pena dejarse llevar, lo hacen, aunque saben que pueden terminar con una decepción que los lleve a la depresión.
La distancia que ponen los nacidos en la Luna en Capricornio sólo es para protegerse, pero son muy leales y cariñosos. Les gusta sentirse satisfechos y también satisfacer al ser amado. Probablemente, sus detalles no sean tan expresivos, pero cada uno de sus actos está lleno de honestidad, bondad y mucho agradecimiento.
Al final, tienen el deseo de cualquier otra persona, sentirse amados, respetados y valorados. No es fácil confiar de la noche a la mañana, pero hay parejas, familiares y amigos, que los hacen sentir seguros y ahí es cuando confirman que vale la pena mostrar su verdadera esencia.
