Amorosos, melancólicos y admirables. Aquellos que tienen la fortuna de haber nacido con la Luna en Libra saben que sus emociones no tienen ningún tipo de cadena y que cuando alguien les inspira confianza suelen ser demasiado generosos. Tienen el don de la afinidad y jamás se atreverían a juzgar a alguien antes de conocer su historia de una manera profunda. Son el tipo de personas que necesitan poner las cosas en una balanza, antes de tomar una decisión, por eso les cuesta tanto.

La justicia los define y les duele ver que son contados los que también se conmueven por el dolor ajeno, pero a pesar de tanta indiferencia no piensan quitar el dedo del renglón en ese aspecto. No hay necesidad de que se esfuercen, se les da de manera natural ser amorosos y empáticos, por eso sus amigos, familiares y pareja, siempre los echan de menos.

Es cierto, no se llevan muy bien con la soledad y por fortuna nacieron con el don de la comunicación, no se dejan opacar por nadie y les gusta conectar con personas que muchas veces no tienen nada que ver con su manera de pensar. Para los que tienen la Luna en Libra, todos alrededor son maestros, confían en que nada pasa por casualidad y cada acción esconde una emoción.

Hay veces en las que se sienten muy frustrados, porque se les mete en la cabeza la idea de que todo tiene que estar en sincronía, pero lamentablemente la vida real no es así y ahí es cuando pueden perder un poco la calma. La buena noticia es que pueden estar muy enojados e irritados, pero se les pasa en poco tiempo. Al final, tienen el valor de reconocer sus fallas y aciertos.

El encanto y la persuasión son algo con lo que no batallan, en verdad disfrutan muchísimo cuando el control está en sus manos. Además, son sumamente diplomáticos, no pierden la compostura, incluso cuando las emociones fuertes se apropian de su cuerpo. Ni las lágrimas borran ese lado sofisticado y atractivo, que se vuelve un imán para cualquiera.

La Luna en Libra hace que las personas establezcan lazos amorosos más duraderos y no sólo me refiero a lo que se da en la pareja, sino también con amigos y familiares. En definitiva, para ellos la red de apoyo es crucial en su crecimiento.

Cabe destacar, que Libra es considerado el negociador del Zodiaco, es perfecto para salirse con la suya en un debate, porque le gusta cooperar, pero también expresar lo que siente, sin importar si al resto le agrada o no su opinión. Por supuesto, esta no es razón para pelear, de hecho, se siente muy incómodo ante la confrontación, su sueño más escondido es que las discusiones no existan.

Para los nacidos con la Luna en Libra, la necesidad de que todo esté lleno de armonía puede resultar contraproducente, porque caen en un círculo vicioso, en el que hacen lo que sea con tal de mantener una sonrisa en rostros ajenos.

Otra cosa que pocos saben de los que nacieron con la Luna en Libra, es que tienen un talento escondido respecto a todo lo que tiene que ver con lo arquitectónico, incluso para sólo apreciar las obras son muy buenos, pues quedan encantados ante las estructuras y se vuelven interesantes todos los comentarios sensibles que salen de su boca.

Lo negativo de los que tienen la Luna en Libra, es que tienden a ceder demasiado, en el fondo quieren negarse, pero por alguna extraña razón terminan cargando en sus hombros responsabilidades que no les corresponden. Son comprensivos y se preocupan por la gente que aman, lo malo es que exageran y muchos se aprovechan.

Finalmente, no hay que confundirse, el hecho de que los librianos lunares se sientan en paz cuando socializan, no quiere decir que necesitan compañía para poder brillar. Son capaces de reconocer que su fuerza va más allá, pero no está mal cuando encuentran almas genuinas, dispuestas a tomarlos de las manos y acompañarlos durante las buenas y malas rachas.

Son serenos, entusiastas y tiernos, sin embargo, no significa que se van a poner a los pies de la primera persona que les sonría bonito. Necesitan algo más que sólo esas muestras de amor forzadas. No les gustan los escándalos, pero no se van a arriesgar a seguir con personas que quieren un día sí y al otro no.