Organización, higiene y límites. Sin duda, tres palabras fuertes, dignas de describir a quienes no se andan con rodeos y que cada paso que dan lo analizan de manera minuciosa. Hablo de aquellos que nacieron con la Luna en Virgo, los que no necesitan ir cumpliendo con expectativas ajenas, al contrario, dejan que su alma tome las riendas y que se vaya la gente que ya no encaja con su manera de ver la vida.
Los nativos con Luna en Virgo son esas personas que no dejan pasar los pequeños detalles, los que hacen la diferencia y se vuelven presas de las miradas. Sinceramente, no se llevan mal con la admiración de otros, les gusta cuando reconocen lo mucho que se han esforzado para llegar al sitio en el que se encuentran. Sin embargo, no les basta con eso, es su aprobación la que más les interesa y vaya que se exigen hasta las lágrimas.
Aunque, esa parte tan poco conformista no los hace perder la cabeza. Aquellos quienes tienen la Luna en Virgo suelen ser personas más racionales, no permiten que su corazón interfiera en muchas cosas, porque saben que si lo hacen sus planes se pueden derrumbar en un segundo. A ellos les encanta sentirse útiles todo el tiempo, si no están sirviendo es posible que los episodios de depresión y ansiedad se vuelvan más frecuentes.
Están siempre dispuestos a ayudar, pero detestan cuando tienen la intención de cambiar su estilo de vida. Son muy discretos y respetuosos en las decisiones de los demás y esperan lo mismo a cambio. Se esfuerzan en tener un círculo muy exclusivo, no quieren compartir sus debilidades con cualquiera que se haga llamar amigo. Hasta en los lazos familiares hay que tener cuidado, porque hay quienes sólo roban la energía.
No se toman nada a juego, porque saben que cualquier movimiento en su vida puede cambiar el destino de todo. Tal vez para algunos sean demasiados escépticos, pero lo prefieren, antes de dejarse envolver por cuentos de papel que no llevan a nada. Quieren las cosas de frente, de una manera concreta y práctica, no hay más.
Por otro lado, el hecho de que sean analíticos no quiere decir que no puedan explotar su creatividad, de hecho, gracias a su meticulosidad llegan a hacer grandes obras, de esas que están llenas de sinceridad y también de mucho trabajo. Aman la eficiencia, en el momento que sienten que están perdiendo el tiempo en algo, prefieren darle vuelta a la página y seguir avanzando.
Los nacidos con la Luna en Virgo, detestan que interfieran en su plan establecido, se sienten muy cómodos con su rutina y les da satisfacción ver que cada día es más fácil llevar a cabo sus actividades, aunque para algunos resulte aburrido. No les agrada el caos y tampoco la idea de quejarse de todo. Por eso aman la zona de confort y no ven nada de malo en ella, si alguien quiere estar estancado es su problema, pero ellos saben que es posible superarse con hábitos positivos.
Hay veces en las que la calma asusta, pero es el estado natural del ser humano y el que le hace honor a la felicidad, no tiene nada que ver con estrés y presión. Mientras se pongan límites, las preocupaciones siempre serán menos.
En cuestiones del corazón, suelen ser personas complacientes, pero jamás harían algo que ponga en riesgo su dignidad. La amabilidad no está peleada con el respeto y mucho menos el amor. Si alguien les ofrece su amistad o una relación de pareja, debe estar preparado para honrar la pureza del sentimiento, porque no se van a quedar con nadie sólo para guardar las apariencias.
Finalmente, los nacidos con la Luna en Virgo no suelen ser muy expresivos, les cuesta muchísimo que el otro sea testigo de que en su corazón también hay mucho romanticismo. Sin embargo, los pequeños gestos, las palabras genuinas y las caricias inesperadas son parte de sus muestras de afecto, ahí no hay mentira.
