Todo el mundo sabe que Tauro es una persona muy terca y hasta que no consigue algo, no para. Aunque vea las cosas muy mal o muy complicadas, no se cansará de luchar por lo que se le metió entre ceja y ceja. Aunque vea las cosas muy mal o muy difíciles, no dejará de lado aquello que desea. No le importa esperar cuando se trata de algo importante, porque sabe que al final acabará consiguiéndolo.
Además, al principio puede llegar a parecer una persona bastante distante, pero poco a poco, según le vas conociendo, la gente se da cuenta de que no es para nada así. Se dan cuenta de que, la sensibilidad que tiene es grande y que el amor también mueve su mundo. A Tauro le encantará que de vez en cuando le recuerdes lo grande que puede llegar a ser su corazón, porque eso le hace recordar que es real.
Aprecia ese tipo de cumplidos como: “tienes un corazón que no te cabe en el pecho”. Cada vez que alguien se lo dice se sonroja y suelta esa pequeña sonrisa que le hace ser diferente. No porque le dé vergüenza, sino porque siempre está esperando que alguien aprecie todo lo que tiene ahí dentro y pocas veces sucede. Y cuando sucede, se siente orgulloso/a de sí mismo y de lo que esa persona siente por ella/él. Prefiere que te hagan cumplidos relacionados con su inteligencia o con su talento que con su físico.
No es que rechace este tipo de cumplidos pero prefiere que valores aquello que va más allá. Para Tauro el físico es una fachada que sabe que con el tiempo cambiará. Lo que de verdad permanecerá será la forma de ser. Lo bello. Y Tauro la valora mucho, la cuida. Es su mayor tesoro.