¿Por qué Acuario es el mejor amigo que todo el mundo necesita? Por muchas y variadas razones, la verdad. El signo del aguador está asociado a las relaciones comerciales, a las labores humanitarias y a las amistades platónicas por lo que es fácil pensar que en su esencia está el contacto con los demás, enfocado siempre desde un punto de vista generoso y productivo de Acuario hacia el resto.
Acuario ama la libertad, le gusta ir a su aire, y como amigo, te dará la libertad que quieres, y no te impondrá su presencia si no la quieres. Con él/ella nunca vas a tener esa sensación de quedar por obligación y con miedo a que se enfade si no lo haces. No. En absoluto.
Si estás mal, llámale porque es un alguien muy divertido/a, y siempre está deseando ayudar a los suyos. Así que cuenta con su escucha para desahogarte durante las horas que quieras, y cuando te hayas relajado, al final acabarás riéndote porque Acuario es muy divertido. Y como tiende al optimismo, te acabará animando para que veas con mejor cara todo lo que te preocupaba.
Como amigo cercano, tú mismo te beneficiarás de tu cercanía, pero es que es igual de cariñoso con conocidos y allí por donde va. Sus habilidades sociales son enormes, y por eso siempre cuenta con invitaciones de todo el mundo, porque en cualquier reunión da mucho juego con su conversación interesante, con sus anécdotas de todo tipo y porque es muy apreciada su manera de ser tan desinhibida, a la que le importa poco lo que la gente opine.
Acuario tiene mucho ojo para conocer cómo se comportan las personas.
Porque observa, se empapa, y luego racionaliza experiencias, información y saca tiempo para conocer a los demás. Sobre todo, tiene muy calados a los que funcionan con normas, a los hipócritas, y a todos esos que están en contra de todos los que son diferentes a ellos. Acuario es el rebelde del Zodiaco, y blanco fácil para los mediocres que le critican por ser tan auténtico. En el fondo, le dan más fuerza para ser como es, para no ser rebaño, como todos ellos.
Ser amigo de amigo de Acuario es un placer. Siempre te cautiva con su mente a tope de información, una mente que destaca por ser muy abierta, así que le cuentes lo que le cuentes, te comprenderá y no te juzgará. Pero es que cuando le pidas consejo, será ese amigo que te ayude a aceptar los cambios en tu vida, si es que es eso lo que te preocupa. O si estás muy desanimado, tendrá un montón de palabras motivadoras para ti. Y eso que cuenta siempre con mucha información de todo y podría contaminarte de forma negativa, pero no lo hará. Todo lo contrario, será paciente y cariñoso. Te dirá que todo está bien, que te animes y que verás cómo todo se soluciona y que pronto estarás mejor. Solo escuchar esa positividad ya te ayuda, ¿no crees?
El planeta de Acuario es Urano, el planeta rebelde.
Y es el responsable de que este signo sea experto en romper las normas, desafiar la tradición y mirar siempre hacia adelante. Su consejo es siempre apoyar los cambios como una manera de avanzar en la vida, de crecer frente a las adversidades, de fomentar el optimismo gracias a la valentía de mirar siempre hacia delante.
Así, si eres su amigo, y si te cuesta hacer algo rompedor, Acuario te animará a que te dejes llevar, y que mientras esperes a tener el valor para aceptar ese cambio. Nunca te aconsejará que pelees sin sentido, ni a que luches sin saber contra qué estás luchando. Y te dirá que si no controlas algo, no opongas resistencia sino que fluyas, que disfrutes con lo que sí controlas, y que cambies cuando lo tengas claro. Así es cómo Acuario se mueve por la vida, con inteligencia, sabiendo siempre dónde está, teniendo claro que las cosas suceden por una razón, y centrándose en lo que puede controlar, no perdiendo el tiempo y los ánimos con lo que está fuera de su control.
Cuando tengas discusiones con él/ella, Acuario encontrará la forma de arreglar vuestras divergencias. Puede ponerse terco a veces, como signo fijo que es, pero su mente no es cerrada, y estará siempre abierto al diálogo para solucionar los problemas que tengáis. Tiene la virtud, además, de que no enfada fácilmente, y esa actitud templada le permite hablar y negociar de forma tranquila y muy racional.
Cuando estéis juntos, te encantará su conversación, aprenderás escuchándole.
Su mente es profunda y abierta a aprender, conocimientos que te trasmitirá si es que te interesan. Pero es que al mismo tiempo, Acuario te escuchará, y aprenderá de ti, y te hará sentir muy bien al ver que tú también puedes aportarle algo a pesar de lo formado e informado que está siempre. Y cuando le veas preguntarte de todo, o cosas que nadie te ha preguntado nunca, te morirás de gusto por tener un amigo así. Realmente, te vas a sentir escuchado cuando hablas, algo que con otras personas egocéntricas es más difícil. Y notarás cómo sus preguntas son inteligentes y te hacen reflexionar. Como si tras hablar con Acuario aprendieras un poquito más de ti mismo. Además del bien psicológico que te hace ver a alguien tan interesado y preocupado por tu vida.
Como amigo, Acuario será esa persona que vea lo mejor de ti, que te apoye para sacar sus virtudes y que no critique tus defectos. Tiene una habilidad especial para fomentar el que seas tú mismo, para que vayas tras lo que quieres, y para que aprendas a conocerte mejor. Te harás adicto a sus consejos, pero porque son buenos, son honestos, son personalizados para ti, se basan en lo que Acuario ve en ti, no en normas, ni en estereotipos, ni en decirte lo que deberías hacer porque así lo hace el resto. Es objetivo pero impregna sus comentarios con el cariño que siente por ti, y por querer ayudarte.
A Acuario le fascina el mundo entero, el universo, culturas diferentes a la suya.
A su lado, te sentirás orgulloso de su saber estar, de sus ganas permanentes de conversar y aprender, de lo abierto a cualquier tema que está por poco convencional que sea, de su visión de la vida tan original, diferente y atrayente. Y querrás parecerte un poco a él/ella. Como que ser su amigo te sirve para querer aprender del mundo y para ser también alguien tan libre de normas y ataduras arcaicas, tan auténtico.
Con Acuario tendrás tus momentos en que te cueste más entenderle, o cuando creas que tanta rebeldía agota, pero Acuario te respetará siempre por lo que pienses (el mismo respeto que exige para sí mismo). Si te ve interesado por algún tema, te ayudará a abrir tu mente. Te animará siempre a pensar por ti mismo, no se impondrá a ti, ni te impondrá su manera de pensar.
Lo mejor de este signo es que cree que cada uno debe pensar como quiere, y que nada ni nadie en el mundo deberían impedir esa libertad personal de cada uno, esa libertad para pensar lo que uno quiere y a hacer lo que uno quiere. A quienes van contra esta idea suya, les manda bien lejos, pero sin despeinarse, pasa y ya está. Allá cada cual.
Con Acuario, si en algún momento te sintieras criticado por otras personas, no vas a encontrar mejor aliado para animarte, defenderte, apoyarte, o lo que haga falta. Acuario es anti normas, y si tú eres así, cuenta con él/ella para apoyarte en hacer lo que quieras. Y te felicitará por cada paso que des, tanto si es en contra de tradiciones familiares, contra estereotipos de pareja, contra jefes abusivos o contra amigos tóxicos.
Aunque muchas de estas cosas ya las sepas, seguro que estás descubriendo otras nuevas sobre tu buen amigo Acuario. Por ejemplo, el que esté siempre para ti cuando lo necesites, dispuesto a hablar contigo de lo que quieras o necesites, sin pereza ni excusas. O lo cómodo que te sientes pudiéndole contar cualquier cosa porque nunca notas ni que te juzga ni que te va a dar la charla. Nunca tienes dudas de su amistad, sabes lo que piensa de ti porque te lo dice y sabes lo que te valora porque te lo demuestra. Y si no le gusta algo de ti, también te lo dice.
Pero lo mejor de todo es lo orgulloso que te sientes por ser su amigo, y lo querido que te sientes por su forma de estar a tu lado y por cómo te protege cuando estás mal o alguien va contra ti. Siempre está ahí cuando lo necesitas. Y lo mejor es que estás dispuesto a devolverle todo lo que te da porque te da mucho, y quieres agradecérselo y no fallarle tú nunca.
