El joven Sagitario es una persona sin rumbo fijo. Le gusta viajar, pero solo por el hecho de romper con su rutina y de estar lejos de su hogar, a veces es necesario. Le gusta dudar por el simple hecho de cuestionarse la realidad y muchas veces se mete en ciertos problemas por dudar de los demás. Sagi es esa persona que no puede parar quieto y que siempre tiene que estar de aquí para allá porque si no se aburre.
Muchas veces le agobia tanto la rutina que necesita huir llevándose por delante cualquier cosa. Y por culpa de eso, es capaz de destruir muchas relaciones porque siente que se encierra en la monotonía y no lo soporta. Necesita huir muy lejos, no soporta sentirse estancado y encerrado, enseguida se agobia. Aunque parezca que no, esto es un defecto de Sagitario.
Está bien ser así de aventurero, pero, por otro lado, necesita sentar su cabeza, vivir en el presente y no intentar huir siempre de él.
El Sagitario maduro ha aprendido a vivir lo mejor posible en la rutina y en la monotonía. Sigue siendo algo de lo que huye siempre que puede, pero ahora ha conseguido vivir en la rutina sin agobiarse. Ha conseguido buscar aquellas pequeñas cosas que le hacen desconectar cuando se siente más agobiado. Es capaz de salir de su rutina sin ir muy lejos, aprovecha cualquier momento para desconectar y eso le hace muy feliz. Ha aprendido a vivir con lo que tiene, aunque sea muy poco. Ahora sabe valorar los pequeños detalles y no necesita grandes viajes para desconectar.
Sagitario ahora es un turista de su propio país y de su propia ciudad. Ahora viaja por placer y para conocer nuevos lugares y nuevas culturas, no solo para desconectar. Ahora ya no le tiene miedo al compromiso, porque ha aprendido cómo vivir en él sin aburrirse. Sagitario ahora es feliz con poco, y eso es lo mejor que podría haber aprendido.