Si has nacido el 20 de enero estás en la cúspide entre Capricornio y Acuario y es muy probable que dependiendo de la hora y el año en que naciste puedas ser un signo u otro. Eres una persona que necesita mantener su ambición por conseguir las cosas un tanto controlada desde el principio porque a menudo, no miras la repercusión y las consecuencias que pueden llegar a tener tus actos. Lo que al final, puede molestar bastante a los demás. Simplemente hay que aprender a hacer las cosas con un poco de más tacto y sin “picar” tanto a los demás. Porque sabes que tienes un poder infinito para hacerlo sin problema.
Te esfuerzas por lo que quieres conseguir y crees en ti. Conoces tu fuerza, tu valor, tu predisposición y además, de alguna manera puedes sentir que siempre hay una energía que te ayuda y te da ese empujón incluso en tus momentos más críticos.
Normalmente, siempre tienes en mente algún proyecto, alguna idea innovadora o algo material que te motiva todo el tiempo a ser conseguido. Utilizas toda la información que te llega para tu propio beneficio todo el rato y cuando no llegas a conseguir en tiempo lo que deseabas, puedes llegar a frustrarte muchísimo. Como si dentro de ti hubiera una insatisfacción bastante fuerte. Hay cosas malas que pueden llegar a empañarlo todo. A veces es cierto que te pones metas muy altas y que no siempre eres capaz de conseguir en poco tiempo y hay que aprender a controlar todo ese tipo de emociones.
Tienes facilidad con la palabra y también te resulta bastante sencillo convencer a los demás para que sigan tus ideas e incluso para que se rebelen contra lo que está comúnmente aceptado.
Si has nacido el 20 de enero asumes responsabilidades fácilmente y no te sientes mal haciéndolo. Eres serio cuando tienes que serlo y podrías ser bueno supervisando a otros, incluso también enseñando, en el ámbito que sea. Si hubiera que destacar algo “oscuro” sería ese secretismo y misterio que hace que el resto se sienta un tanto inseguro…
Eres una persona muy capaz de detectar las debilidades del resto y en el fondo, eso lo sabes utilizar en tu propio beneficio. Además, cuanto más mayor te haces, más desarrollas esta habilidad. Aunque tengas que pasar por situaciones complicadas e incluso luchar contra la adversidad, siempre terminas alcanzando tu objetivo.
En el amor, eres apasionado pero siempre tratas de buscar la tranquilidad. Incluso eres capaz de fingir que las cosas no te importan tanto como en realidad lo hacen. Puedes dar mucho en tus relaciones pero siempre, SIEMPRE, terminarás guardándote algo para ti. Por si acaso. Para ti la vida es como un juego, y tú quieres ser el mejor jugador en todo.