Si has nacido el 20 de julio, sabes que no necesitas competir con nadie porque reconoces que tu esencia es una luz incomparable. Eres el tipo de persona que camina de la mano con la comprensión, tienes tanta bondad en tu corazón que eres capaz de asimilar que todo el de tu alrededor está luchando contra su propia batalla y eso te ha vuelto realmente tolerante. Te caracterizas por ser alguien encantador, tierno, dulce y misterioso. La vida te ha enseñado que no siempre puede ser color de rosa, pero tienes la resiliencia para superar los tragos amargos.
Eres Cáncer, si algo te distingue del resto es que eres muy original, no tienes la necesidad de fingir ni usar filtros porque sabes que quien te entregue su amor de forma genuina lo hará sin ningún tipo de conveniencia. Puedes ser muy sensible, hay veces que te molestas con tu lado vulnerable porque no puedes evitar sentir el dolor del otro. Cuando conectas con alguien lo haces de una forma muy profunda, odias las relaciones superficiales y le apuestas a todo aquello que implique largo plazo. El compromiso no es algo que te asuste, al contrario, te sientes muy cómodo con el calor de hogar. Esa es la razón por la que tus amistades son las mismas de siempre, más que amigos son tu familia y vaya que te gusta demostrarles que estarás en las buenas y en las malas. Te gusta conocer los miedos, tristezas, los sueños, todo eso que pocos cuentan pero que son la única manera de conocer de verdad. Sabes que cada quien tiene defectos, manías y heridas guardadas. Así que lo mejor que puedes hacer es respetarlas.
Los nacidos el 20 de julio, son personas que no temen a la hora de mostrar su cariño, si sienten ganas te besan, te abrazan, le gritan al mundo entero lo mucho que te aman. Son seres espontáneos, la mayoría de sus aventuras simplemente surgen de la nada y te ponen a prueba de pies a cabeza. Tienen rachas en las que la adrenalina se vuelve parte de su día a día y lo aman. Realmente son muy emocionales, el problema no eres tú, es que hay momentos en los que se sienten tan abrumados que necesitan un espacio. Simplemente dale un tiempo para pensar y reparar, tarde o temprano volverán a ser los mismos. Son los que resurgen de las cenizas y te demuestran que aún después de las lágrimas siempre vale la pena seguir avanzando.
Tu símbolo astrológico es el Cangrejo, es tu parte arrebatada, la impulsiva que se lanza al ruedo y muchas veces no toma en cuenta las consecuencias. Es quien honra lo sentimental, quien te hace disfrutar de la incertidumbre. Es el coraje que muchas veces te falta. Tu elemento es el agua, es tu parte abundante, representa lo que te nutre, lo que te transforma, lo que te hace levantarte aún después de la derrota. La Luna es quien te gobierna, esa es la razón por la que muchas veces ni tú te entiendes, es ese cúmulo de emociones, es la alimentación, tu lado protector, la manera en que te entregas incondicionalmente. La Luna es así, cambiante, familiar, pero también hace que tu mal humor haga de las suyas y ahí es cuando lo mejor es que te den un tiempo porque tu lado cruel no perdona nada. La numerología dice que tus números de la suerte son el 2, 4, 14, 18 y 23.
Si has nacido el 20 de julio, cuando te enamoras eres el tipo de pareja que se deja llevar por la intuición, necesitas que transmitan buena vibra para sentirte seguro de dar el paso con esa persona. Odias las relaciones poco estables, eres quien pone por delante el concepto de hogar. Para ti no hay grises, quieren o no quieren estar contigo. Tienes un lado orgulloso que no está listo para rogarle a nadie. Eres quien busca una conexión espiritual, algo que sea sinónimo de amor, de lealtad. Eres quien llena de cariño, de amabilidad, tu pareja se vuelve la primera en tu agenda. Te gusta hacer que la persona se sienta en confianza a tu lado. Tienes un lado muy empático, pero eso no quiere decir que perdones todo lo que te hacen. La traición no está en lo que toleras.
Eres como tu color de la suerte, el plateado, la mezcla de dos colores extremos. Es tu Yin yang emocional que te hace derribar o amar a las personas, depende de cómo te tratan. Puedes ser dulce o malvado, pero no es recomendable que despierten lo último en ti porque se arrepentirán.