Si has nacido el 20 de noviembre, eres quien siempre tiene mil problemas en la mente, pero esa no es razón para que tu sonrisa se apague. No importa cuánta gente esté desesperada por ponerte el pie en el camino, prefieres enfocarte en aquellos que sí te aportan, en los que se vuelven un pilar para que sigas andando. Eso no quiere decir que huyas de la realidad, es sólo que ya estás cansado de ver siempre el vaso medio vacío. Sabes que la vida da golpes inesperados, así que, has aprendido a quedarte con las lecciones. Precisamente eso es lo que te ha ayudado a volverte más fuerte y lo que te ha enseñado un montón de técnicas para las próximas malas rachas.
Eres Escorpio, hay una parte de ti que goza del poder, no le temes en convertirte en la persona que los demás necesitan, pero… como guía, ya no estás para solucionarle la vida a nadie. Tu encanto depende de cómo te sientas, si las personas con las que convives son sinónimo de paz, entonces conocerán toda la luminosidad que puede salir de tu boca y tus acciones. Sin embargo, cuando la mala vibra es obvia a kilómetros, prefieres ser muy frío, discreto, no vas a compartir tu lado vulnerable con alguien que no te inspira confianza.
Con el paso de los años te has dado cuenta que hay gente muy mala, capaz de convertirse en tu mejor amigo, tu pareja y hasta puede ser tu familiar. Lo importante es que a la primera te marches, si alguien te lastima, te humilla y no te respeta, simplemente no merece ni un poco de consideración. Tú no estás para sanar a nadie, ni tampoco para esperar a que lo hagan, pues el hecho de que una persona tenga heridas no es justificación para que le haga daño a los demás. Que te quede claro, no eres el costal de basura de nadie, no dejes que su energía te rompa de esa manera.
Si has nacido el 20 de noviembre, a ti nadie te puede ver la cara, porque tienes el don de la intuición. La gente se asusta al ver tu lado brujo, porque rara vez te equivocas. Si alguien no te da confianza es no, y vaya que no sabes fingir cuando alguien no es de tu agrado. No es que seas grosero, pero hay quienes tienen el don de sacarte de tus casillas en un abrir y cerrar de ojos. A ver, no es que seas agresivo, pero deben aceptar que hay gente con la que de plano no se puede lidiar y ahí sí tienes que activar tu botón de fiera, porque sólo al ver un poco de maldad en tu alma empiezan a doblar las manos.
Sin duda, eres de los que ni siquiera necesita hacer uso de lo físico, basta con que el resentimiento te visite para que digas las cosas más hirientes. Hablo muy en serio, cuando un Escorpio te da con el látigo de su desprecio, te hace pedazos en el momento y sus palabras son tan crueles que las recuerdas incluso después de años. Escorpio, sabe muy bien cómo tocar tus fibras más sensibles, nunca lo subestimes cuando está en sus cinco minutos, porque te puede abrir las puertas del infierno y difícilmente las va a cerrar, aunque le ruegues.
Desde luego, aquí nadie va a decir que eres un encanto de persona todo el tiempo. Vamos, la mayoría de las veces la empatía habla por ti, pero… hay otros momentos muy oscuros, en los que tus rasgos negativos se hacen presentes y se vuelven el principal enemigo de la autoestima de muchos. Digamos que se unen tres de tus lados temibles: el resentimiento, el sarcasmo y la destrucción. Cuando todo eso está dando vueltas en tu mente, te vuelves el ser más pesimista de este planeta. Es ahí cuando no encuentras un punto medio, te aferras al blanco y negro. En verdad que cuando te pones necio nadie te gana. Al contrario, asustas porque te centras en darle una lección al otro sin importar nada más.
Tu símbolo astrológico es el escorpión, es tu lado observador, el inquisitivo, el que es capaz de derribarte con sólo un mínimo movimiento. Tu elemento es el agua, ahí está la unión que hay entre tú y la naturaleza, la manera tan dulce en la que honras tus raíces. Es la forma más bonita que tienes de sanar cada herida. Tu planeta regente es Plutón, es donde hay transformación y dinamismo. Por su parte, la numerología dice que tus números de la suerte son el 4, 9, 11, 18 y 23.
Si has nacido el 20 de noviembre, cuando te enamoras eres el tipo de amante que abraza la pasión. El que tiene sed de aventura, el que siempre está listo para más, para disfrutar, viajar, todo aquello que impida que caigan en la rutina. El amor para ti es sinónimo de juventud, de esas ganas de nunca bajar la guardia. Es por ello que quieres una pareja comprensiva, alguien que te dé seguridad emocional, mental y física. Eres el amante que se vuelve un abrigo para cada paso. Quieres un vínculo en el que puedas construir a futuro, alguien que no te rompa, que te inspire, que sea capaz de escuchar sin juzgar. Alguien a quien puedas besar, pero también con quien puedas compartirlo todo.
Eres como tu color de la suerte, el rojo intenso, el de los que se dejan llevar, aquellos que se atreven a escuchar su corazón. Es el color de los que muchas veces no pueden con tanto miedo, pero se siguen lanzando sin importar las consecuencias, porque confían en que siempre viene algo mejor.