Si has nacido el 26 de marzo, eres una persona con una fuerte personalidad pero también con mucha inocencia. Por muy maduro que seas emocionalmente, siempre hay algo que te mantiene unido a la infancia, a eso que hace que te sientas como un niño. La gente incluso puede llegar a “reírse” de ti por ese humor tan peculiar y diferente que tienes, pero en el fondo tú estás muy orgulloso de ti mismo. Puedes ser infantil en muchos casos, pero por dentro la forma de enfrentarte a tus problemas deja ver que eres súper maduro.
No te gusta rodearte de personas que buscan conflicto. De hecho, huyes cuando ves que se está acercando una situación conflictiva a tu vida. No tienes problema para sacar de tu vida a personas dramáticas, que solo quieren discutir. Eres más bien pacífico y como buen Aries, siempre estás en busca del buen rollo, de las risas, de la diversión. Siempre compruebas que todo el mundo que está a tu alrededor se lo esté pasando bien todo el rato.
Cuando los problemas llegan a tu vida, eres una persona muy inteligente. Eres capaz de pararte, sentarte, analizar la situación y pensar qué es lo mejor que podrías hacer. No pierdes los nervios con facilidad, en este aspecto puedes llegar a tener muchísima paciencia (aunque en otros, no tanta…). En momentos complicados de tu vida en los que necesitas tomar decisiones importantes, puedes llegar a desaparecer, a esconderte y a no dar señales de vida. No quieres que nadie te moleste. Puedes ser muy sociable en los buenos momentos, pero en los malos prefieres no saber nada de nadie.
La cantidad de amigos verdaderos que tienes los cuentas con los dedos de una mano. Puedes conocer a mucha gente, eso es totalmente cierto, pero no todas esas personas son tus amigas. Para ti un amigo es alguien que va a estar toda tu vida a tu lado, una relación que no importan los años que pasen, siempre será fuerte. Y por eso, solo le ofreces tu amistad a personas que sabes que van a saber estar a la altura.
En el amor también tienes claro lo que quieras la mayoría de las veces y no dudas en tomar la iniciativa. No te importa invitar a salir a tu crush o confesar tus sentimientos a tu pareja. No pierdes el tiempo ni te andas con tonterías. Como debería de ser realmente. En una relación eres capaz de anteponer las necesidades de tu pareja a las tuyas y eso no es bueno… Está bien dar amor a esa persona, pero recuerda que es importante que también te quieras mucho a ti mismo.