Si has nacido el 8 de agosto, eres de las personas que rompen barreras, no estás esperando a que alguien inicie la conversación, se te da de forma natural. Las personas te describen como un ser confiable, divertido, intenso, pero con los pies sobre la Tierra. Te gusta trabajar duro por lo que quieres. Esa es la razón por la que cuando saboreas un nuevo éxito lo gritas a los cuatro vientos, a ti nadie te ha regalado nada y por ello valoras cada una de tus victorias. Eres quien tiene el don de romper con la rutina, pasar tiempo a tu lado es como regresar a la infancia en un abrir y cerrar de ojos.
Eres Leo, son las raíces de tu carácter temerario e intenso. Eres quien no cede fácilmente, quien analiza la situación a detalle, para después lanzarse al éxito. Sin duda, no estás acostumbrado a seguir órdenes del otro, eres quien toma el papel de líder y no necesitas humillar a nadie. Sabes muy bien que tu competencia es contigo mismo y es por ello que tus expectativas son tan altas. Porque confías en tus capacidades, sabes que estás aquí para lograr cosas grandes. Puede que algunas veces tu parte obstinada te ponga entre la espada y la pared, porque cuando se te mete una idea en la cabeza, no hay poder humano que te haga cambiar de opinión. No obstante, eso también te ha ayudado a cumplir con tus objetivos. Disfrutas cuando organizas, cuando planificas y te enfocas en cada detalle. Digamos que una parte mala de ti es que detestas lidiar con la autoridad, no te gusta cuando las personas intentan decirte cómo debes vivir tu vida.
Los nacidos el 8 de agosto, son aquellas almas que ponen por delante la lealtad y la honestidad. Son las que tienen buen corazón, las que son capaces de dejar lo que tienen con tal de ayudar a otros. Son quienes siguen su intuición, de verdad no intentes mentirles porque lo van a detectar cuando menos te des cuenta. Es claro, que sus emociones son una montaña rusa, son pocos los que tienen la paciencia y la energía para lidiar con sus cambios de humor. Si su terquedad se hace presente es sinónimo de que no vas a ganar la discusión. Sus sentimientos son un estallido, para comprenderlos necesitas ponerte en su lugar e intentar escuchar el mensaje que te quieren transmitir.
Desde luego, así como tienes rasgos positivos, también tienes los negativos. Para empezar, eres un ser que puede llegar a ser un tanto pretencioso, no aceptas fácilmente las críticas de los demás y tu lado egoísta desconoce todo cuando toma las riendas. Eres muy de imponerte, sabes que te ganas la admiración de los demás y ahí es cuando tu lado dominante toma el control. Puedes llegar a ser muy autocompasivo, prefieres sumergirte en tu propia tristeza antes de que los demás se den cuenta de que algo no anda bien. También odias cuando la incertidumbre se hace presente, es tu parte intensa que no tiene paciencia cuando no puedes manejar todo a tu antojo. Sin duda, tienes que bajarle dos rayitas a tu debilidad por el poderío.
Tu símbolo astrológico es el León, en donde se esconde tu lado arrebatado, egoísta e intenso. Es tu parte ambiciosa, la que nunca está conforme y siempre está buscando la forma de poner a prueba tus sueños. Eso no significa que todo el tiempo reacciones sin pensar, al contrario, también tienes un lado muy analítico, por eso eres tan selectivo a la hora de abrir las puertas de tu vida. Tu elemento es el Fuego, ahí está tu poder, la calidez con la que te relacionas y la manera tan natural con la que enfrentas el riesgo. El Sol es quien te gobierna, esa es la razón por la que iluminas todo a tu paso, pero también es tu lado vanidoso y orgulloso. Por su parte, la numerología dice que tus números de la suerte son el 4, 7, 16, 19 y 25.
Si has nacido el 8 de agosto, a la hora de amar te gusta invitar a la pasión, tienes un lado sensual que se vuelve hipnotizante para todo aquél que llega a tu vida. Cuando prometes lealtad, tu pareja se vuelve tu adoración y haces lo que esté en tus manos para dejarle claro que tiene toda tu atención. Trabajas duro para tener algo seguro, y estable. Puede que seas un tanto dominante, porque en el fondo quieres que tu pareja esté bien y saber que los dos tienen las mismas intenciones. Amar sin que te hagan pedazos. No te entregas fácilmente, pero cuando lo haces es porque quieres algo genuino y duradero.
Tu color de la suerte es el naranja, el que simboliza la juventud que hay en tu alma. La fortaleza con la que enfrentas el día a día. Eres sinónimo de entusiasmo, gracias a tu espíritu aventurero y explorador. Cuando te lo propones no conoces límites, simplemente dejas que tu carisma tome el control y te lanzas al ruedo.