Cuando dos Libra se juntan, todo puede pasar. Es una pareja con una gran compatibilidad. La atracción entre dos Libra es inmediata, irrefrenable. Dos Libra se entienden al instante, como si a cada uno de ellos antes les hubiese faltado una parte de su vida. Además de una relación muy pasional, se convertirán en grandes amigos, y compartirán gustos e intereses. Esta es la compatibilidad Libra y Libra.
Libra se caracteriza por su esfuerzo para hacer siempre lo correcto (o para intentarlo). Aunque cometan algún error, siempre trata de hacer lo más justo. Libra saben reconocer la bondad de las pretensiones del otro Libra. Y lo valorarán muy positivamente.
Juntos, pueden estar horas conversando sobre algún tema. En el ámbito laboral, ambos son muy trabajadores. Libra quiere hacer las cosas bien, no le gusta que nadie le llame la atención y su trabajo ideal es aquel en el que nadie esté detrás diciéndole lo que sí y lo que no. Los periodos de inactividad pueden llevarles a tener algunas discusiones y siempre tendrán que buscarse alguna manera de quemar esa energía y no de descargarla con el otro.
En las relaciones íntimas deberán ponerle mucha imaginación para que no desaparezca la pasión. Libra se deja llevar más por las ideas. Y ha de tener cuidado para que un encuentro sexual no se pierda por resolver los problemas del mundo.
Cuando discuten o pelean, rara vez tienen van a cuchillo. Abogan por el juego limpio y por tratar de hacerse el menor daño posible. Creen en el respeto y en la igualdad.
Puede que dos Libra juntos terminen siendo más amigos que otra cosas, puede que sean casi inseparables y que al final, tengan una dependencia atroz el uno del otro.
Por otro lado, ya sabemos que a los Libra les encanta gustar (aunque no quieran nada de esa persona) y a menudo eso puede desembocar en disputa. Si uno de los dos dejara de prestar atención al otro de alguna forma, esto puede incrementarse y terminar en drama.
Lo mejor entre estos dos signos es sin duda esa gran complicidad que tienen en todos los niveles y lo peor, el peligro de caer en la rutina, el hecho de conocerse demasiado bien, en lo bueno y en lo malo.
