¿Sientes que te acercas a decisiones que cambiarán el rumbo de tu vida? Probablemente estás por vivir el retorno de Saturno. Se trata del momento en el que Saturno transitando por la rueda zodiacal regresa a la posición exacta de tu Saturno de nacimiento. Si conoces muy bien tu carta astral (haz click aquí para conocerla) y sabes que, por ejemplo, naciste con Saturno en Sagitario, el año que Saturno del cielo pase por este signo te esperan grandes cambios. De manera contundente, es el cierre de un ciclo y el comienzo de otro. No tengas miedo al retorno de Saturno, trae miles de cosas positivas.
Sucede cada 27 a 29 años y representa un nivel de maduración. Lo sentirás cerca de tus 28, 56 y 84 años. Es un llamado periódico del Universo para que balancees tu trayectoria vital y revises si estás en el lugar que deseas o, por el contrario, necesitas hacer ajustes para llegar ahí. No te alarmes, se trata de una superación de nivel en el video juego de la vida que te dará la oportunidad de recalcular tu GPS.
Saturno acaba de entrar en Piscis este año, en 2023 y estará en este signo hasta 2026. Por lo tanto, si naciste entre 1993 y 1996, probablemente tengas en tu carta natal Saturno en Piscis. Tienes entre 27 y 29 años y los próximos años se vienen intensos para ti. Crisis existenciales cerca de los 30, cambios, decisiones importantes… Sigue leyendo para descubrir qué significa todo esto.
El rol de Saturno
Para empezar, Saturno es el sexto planeta del sistema solar. Es ese bello planeta gigante, gaseoso y anillado del cielo que es visible desde la Tierra. Es tan lindo que se usa en ilustraciones y dibujos para representar las figuras del Universo. ¿Cómo algo tan lindo y tierno puede ser tan exigente y poderoso?
Saturno es la autoridad del zodiaco que nos habla del tiempo y de las estructuras. Tienden a agruparlo en el conjunto de planetas “maléficos” porque representa barreras en el transitar astrológico. Sin embargo, desde los paradigmas astrológicos más recientes e incluyentes, es un maestro que no miente y que nos guía para crear bases sólidas. A riesgo de parecer crudo, cuando te habla lo hace con la verdad, de manera fuerte y clara, y eso sí, sin ningún adorno. Saturno sería como esa amiga tuya que te dice las verdades que no quieres escuchar pero que necesitas. Te da un sacudón de realidad como diciendo: “¡amiga! Date cuenta”. La adoras porque sabes y sientes que te conoce tanto y quiere lo mejor para ti. Saturno es justamente así, te diría algo como: “ey, fíjate si es por ahí porque tu alma me dice otra cosa”.
Claro, muchas personas se resisten a los llamados de atención. Evaden lo que tienen que hacer y por ello Saturno les pone una y otra vez la prueba hasta que la superen. ¿Has sentido a veces que repites una misma experiencia con diferentes personas o situaciones? Como en las citas, por ejemplo, cuando sales una y otra vez con el mismo tipo de sujeto hasta que te pillas por qué lo haces. Bueno, de esto se trata Saturno, de aprender. Es el evaluador de un comité de expertos que aprueba tu solicitud. Cuando recibes tu congratulations message estás lista para nuevas experiencias. Si hiciste bien tu trabajo, no repetirás las lecciones.
Saturno te ofrece mayores responsabilidades pero también más libertades. Te sentirás con ganas de comerte al mundo y estás en capacidad de hacerlo. Ahora puedes gritar a los cuatros vientos quién eres, en dónde estás y para dónde vas. Es la puerta cuyo letrero anuncia en grande: “¡sin miedo al éxito!”.
¿Cómo podemos aprovechar este tránsito?
No te resistas, abraza la maduración. Este tránsito suele asociarse a una etapa oscura y limitante pero, en realidad, el Universo te pide que te detengas a revisar la dirección de destino y para ello envió a Saturno. Es como una película en la que la protagonista maneja su carro por una carretera nublada y la app de navegación la desorienta porque no tiene señal. Entonces se detiene para decidir si apaga el celular para permitir que su instinto la oriente o continua conduciendo con la ayuda de una mala conexión. Podría terminar en una situación mucho más oscura si se decanta por esta segunda opción. La oscuridad aparece cuando no nos escuchamos. Por su parte, la primera opción, la que elegiría Saturno, con toda seguridad iluminará el camino.
Hazte amiga/o de Saturno y comprende su actitud contigo. Es como una estudiante que al principio se queja de su profesor por el volumen de tareas que le deja pero que con el paso de los años comprende la razón de su exigencia. Todo su esfuerzo la preparó para un grado meritorio. Al final del tránsito de Saturno sentirás mucha gratitud. Es cuando todas las piezas del rompecabezas encajan. Y como logras ver el panorama completo te envuelve una sensación de libertad.
Entabla un diálogo sincero con Saturno. Hazle preguntas sobre qué es lo que necesita de ti. Puede que al principio sus respuestas no te hagan sentido y es porque has tenido una venda en los ojos hecha de miedos e inseguridades. Eso es, Saturno te invita a quitarte la venda, enfocar la mirada y atravesar el desafío. El proceso al que nos invita este planeta es toda una aventura. Y no te angusties, en la infinitud del tiempo cósmico tu retorno de Saturno apenas dura dos años y medio, eso es como hacer una maestría académica.
Edita tu vida. Cuando haces un ejercicio de edición de un texto lees, relees, tachas, eliminas oraciones, haces comentarios y al final obtienes un documento limpio y listo para compartir. Lo mismo pasa con la vida cuando la revisas en el final de un ciclo. Y a fuerza de mantenerse en su rol de maestro, Saturno te invita a hacer el ejercicio de quitar lo que sobra. Permítete soltar relaciones, personas, objetos, hábitos, comportamientos. Es probable que pases por una o varias crisis. Seguramente quienes te rodean te reclamarán por tus cambios, pero vamos, es tu vida, no la de ellos. Agradecerás la ligereza y apertura para lo nuevo que recibirás.
Concreta tus ideas en hechos. A Saturno le encanta la materialidad de la realidad. Aunque usa los sueños, no le gusta que lo enreden con habladurías y promesas. Es el señor de “hacer lo que se tiene que hacer”. Entonces manos a la obra: hazte las preguntas correctas, toma decisiones y arma un plan. Avanza con tareas puntuales. Puede que te equivoques algunas veces pero esto te ayudará a descartar y continuar. Saturno te mirará desde el cielo con orgullo y respeto recompensando sabiamente tu trabajo.
¿Qué aprender según el ciclo de Saturno en el que te encuentres?
Los ciclos de Saturno se dan en promedio cada 28 años. Si estás llegando a tus 30 hablamos del primer retorno de Saturno o de la adultez. Puede sonar aburrido pero si lo sabes aprovechar tendrás etapa de mucha independencia y brillo. Son los años en los que asciendes en tu carrera profesional, estableces compromisos en relaciones o lanzas un emprendimiento. Todo depende de tu contexto sociocultural, tus creencias, tus sueños o tus apuestas vitales. No te limites a viejas definiciones de lo que debe ser un adulto, lo importante es que te abras a una nueva fase en la que tú mandas. Despréndete de fórmulas ya conocidas y haz tus propias reglas.
Si ya estás cerca de los 60 años mereces admiración y ovaciones. Es tu segundo retorno de Saturno. Y con todo lo aprendido y construido a lo largo de los años ya estás listo/a para un desafío mayor: el éxito espiritual. En sociedades occidentales desprecian la etapa senior o de “adulto mayor”, pero si lo analizamos con otros lentes pueden ser los años más libres y experimentales de los humanos. Si ya cumpliste con lo que la sociedad esperaba de ti o tú quería ser, a esta edad estás en todo tu derecho de vivir el tipo de vida que te venga en gana. Y si tuviste la suerte de hacerlo más joven, ahora tus capacidades de disfrute se expanden.
Y si estás en tus 80, te acercas al tercer retorno de Saturno que representa una preparación para la etapa final de la vida –a menos que tengas una vejez aún más longeva–. Ves hacia atrás y te enfrentas a una evaluación bastante exigente de tu condición humana. Terminas de dar forma a lo que heredarás al mundo. Es un momento muy existencial y de regocijo porque sientes la satisfacción de la labor cumplida.
Entonces, nada que temer
Por cualquier retorno que estés pasando, Saturno te vuelve a preguntar. Es esa vocecita en tu cabeza que quiere que vivas mejor y eso requiere valentía para enfrentarte a tu propia verdad. Te sacará de tu zona de confort para que te aventures a la vida que quieres, no la que toca. Por eso Saturno es un planeta benefactor y un amigo sincero.
Todo esfuerzo por ignorar su aparición será en vano. Para que reconozcas cómo Saturno se encarna en tu vida, presta atención a esa situación que parece un problema, a esa persona que te genera desafíos constantes o a ese tema que aparece repetidamente en tu pensamiento. No es tan difícil de reconocerlo porque no le interesa esconderse.
Nada de tenerle miedo. Cuando miras al poder a la cara te vuelve parte de su círculo más íntimo. Después de atravesar el retorno de Saturno, refrescarás tu vida. Disfruta el cambio.
