¿Complicado? Así es como te llama la gente que no sabe lidiar con tu lado organizado, te gusta que todo esté en tu sitio, odias que se interpongan en tu rutina y no toleras a la gente falsa. Hay veces que hieres, pero no lo haces intencionalmente, lo que pasa es que las verdades fluyen de tu boca. No eres tímido, sólo que te gusta analizar el entorno para sentirte seguro, pues hay quienes te roban energía. Honestamente, nadie te ve la cara, sencillamente, te quedas callado para ver hasta dónde es capaz de llegar la maldad del otro. Eres intuitivo, pero también muy inteligente, no vas a permitir que te traten con crueldad. Estas son las 5 cosas que todos deberíamos aprender de Virgo.
1.- La perfección siempre lleva a la cima
Hay veces que tu cabeza no se detiene, es un cúmulo de pensamientos que te mienten y te dicen que no vas a ser capaz de lograrlo. Sin embargo, has aprendido a ignorarlos y seguir adelante. Confías en tus capacidades y en la madurez que has adquirido gracias a tantos errores y por eso te esfuerzas doblemente en hacer las cosas bien. Para ti nada es un juego, si estás depositando tu energía en algo lo vas a tomar con seriedad.
Los detalles importan, la calidad importa, no se trata de quedar bien con los demás, se trata de sentirte bien contigo mismo. Tu perfección te inspira, te reta a dar lo mejor y no vas a bajar tus estándares sólo porque alguien se siente menos.
2.- El cambio es ley de vida y tú lo abrazas
El hecho de que seas muy disciplinado no quiere decir que te cierres, al contrario, te gusta contagiarte de nuevas ideas. Eres un signo que fluye, pero lo haces con calma. No tienes prisa de llegar a la cima antes que el otro, lo que quieres es disfrutar del camino y aprender. Eres determinado, no cambias mucho de decisiones, pero una vez que lo haces ya no hay vuelta atrás.
Jamás le pedirías a alguien que cambie, cada quien debe vivir su proceso y lo respetas. Sin embargo, si ya no van a tu paso, prefieres continuar solo. No te corresponde a ti empujar o salvar a quien no está listo.
3.- Hay que ver el vaso medio lleno y no vacío
Tu objetivo no es adornar la vida, sabes que hay tragos que son muy amargos, momentos que te rompen el alma, pero prefieres quedarte con las lecciones. Te cansaste de ser la víctima y ahora le sonríes a las desgracias. Te has vuelto más valiente, más fuerte, más poderoso. Naciste con el don de convertir la negatividad en productividad. Eres trabajador y también un poquito orgulloso, eso te ayuda a no rendirte.
La vida es hoy, no vas a dejar que las oportunidades se te pasen, prefieres tomarlas antes que conformarte con lo que ya conoces. De todas maneras, ya has tocado fondo muchas veces y vuelves a andar.
4.- Dejas que la franqueza te defina
Honestamente, son pocas las personas que saben lidiar con la verdad. Muchos huyen porque les asusta que el cuento que se han montado en su cabeza se desmorone, pero tú tienes muy claro que no vas a caer en el juego de las falsedades. Eres muy transparente y lo aplicas en todas las áreas de tu vida. La gente confía en ti porque sabe que cada paso que das está lleno de inteligencia y cautela.
Tienes claro que la sutileza no es lo tuyo, pero no te vas a mortificar por lo que sientan las otras personas. No quieres lastimar a nadie, pero tampoco quieres mentirle a nadie, si tu franqueza les duele, es mejor que trabajen en sus inseguridades.
5.- Hay que perseguir los sueños
Mírate, eres tan determinado que te has ganado la admiración de muchísimas personas, aunque pocas lo digan. Tu esencia nutre, acompaña, inspira. Estar contigo es enriquecedor en todos los sentidos, porque no celas tu conocimiento, al contrario, si puedes ayudar a alguien a alzar el vuelo, eres el primero en hacerlo. Sabes que el sol sale para todos y la envidia es algo que soltaste hace mucho tiempo. Sigue siendo tú, el que lucha por sus sueños y abraza la estabilidad.