No la subestimes, te lo digo honestamente, ella ha pasado tanto y ha callado tanto que sus cicatrices ya no la hunden, la motivan a no volver a cometer los mismos errores. Le han roto el alma incontables veces y algunas pensó que no lo superaría, pero su resiliencia es tan grande que siempre vuelve al ruedo. Es Escorpio, es valiente, es intensa, es cambiante, es loca, es cálida, fría, puede ser un montón de cosas, depende quién seas tú para que te muestre su lado blanco o su lado oscuro. Así es, no es para los corazones tibios, pero si tienes los pantalones bien puestos deberías enamorarte de ella. Hay razones de sobra por las que deberías enamorarte de una mujer Escorpio…
Escorpio, es temida por mucha gente y la verdad es que lo disfruta mucho. Le encanta cuando tiene el control. Además, esa mala reputación le ayuda a alejar a los parásitos, los que sólo se acercan para robarle su luz. Sinceramente, no le importa caerle mal a nadie.
Si algo tiene muy claro es que no está aquí para darle gusto a personas que ni siquiera saben lo que le duele o lo que sueña. Por fortuna, ha aprendido a lidiar con su soledad y ya se dio cuenta de que es mejor estar sola que mal acompañada.
Deberías enamorarte de Escorpio porque su carácter es fuerte, es la mujer que te dirá lo que piensa, da igual si duele o no. Es imponente, créeme que no exagero cuando te digo que no te vas a olvidar de ella. Te atrapa de una manera increíble.
Ella no es ingenua, sabe que tiene encanto en la mirada, que sus labios hipnotizan y que su cuerpo es la tentación de muchos. Sin embargo, eso no significa que sea desleal, una vez que se enamora es la mujer más fiel y cariñosa que vas a encontrar.
Una mujer Escorpio se adapta a cualquier situación que le ponga la vida. Ella está acostumbrada a luchar con los mil demonios que hay en su cabeza. Además, tiene el poder de la intuición, sabe cuando algo anda mal y mejor se aleja.
Es curiosa, no se va a detener hasta encontrar su sitio en el mundo y si tienes las agallas de seguirle el ritmo, te prometo que no te vas a arrepentir.
Y tú, ¿te atreverías a amarla?