Sensible, compasivo, romántico, soñador. Tú conectas de una manera tan transparente que es prácticamente imposible que alguien te olvide. Hace muchísimo tiempo que te sacudiste las superficialidades, respetas a las personas por lo que son y la manera en la que tratan a los demás. Lo material para ti sale sobrando, eso no es señal de que alguien es mejor persona. Eres Piscis, tu intuición es poderosa y te encanta detectar la falsedad en segundos. Lo malo es que tu lado compasivo te traiciona y hay veces que das oportunidades a quienes luego te demuestran que no merecen un espacio en tu vida. Piscis tu defecto y tu virtud, descúbrelo aquí:
Tu defecto:
De hecho, tu peor defecto es la idealización. Te ciegas, tanto que llegas a pensar que la persona en verdad tiene buenas intenciones y creas una idea en tu mente que no tiene nada que ver con lo real. Es peligroso porque le compartes tus miedos y tus inseguridades, justo lo que necesita para hacerte pedazos en el momento que lo decida.
Piscis, no dejes que la fantasía te lleve a los brazos equivocados y no sólo hablo de amores. También hay amistades y familiares que se acercan a ti para exprimirte y luego te dejan a tu suerte. Si no abres los ojos a tiempo, la desilusión te va a doler demasiado.
Deja de darle tanto amor y atención a otros, tú te mereces eso. Empieza a darte esa compasión y no te permitas estar con personas que te hacen sentir tan mal. Si cuando estás con alguien tienes que justificar sus malos tratos, definitivamente, ahí no es. Está bien ser soñador, pero pon límites, no te mereces vivir un cuento que sólo existe en tu cabeza.
Tu virtud:
¿Y qué hay de tu mayor virtud? Pues, es tu empatía, esa compasión profunda por el sufrimiento ajeno. Eres capaz de sentir el dolor y la alegría de los demás. Contigo las envidias no van, sólo quieres estar bien y mostrar tus emociones de la manera más honesta.
Jamás te juzgues por sentir tanto, por ayudar tanto y por amar tanto. No hay algo malo en eso, sólo tienes que poner más atención a la hora de elegir a las personas que te acompañan. No cualquiera se merece tu mejor versión.
Y tú, ¿abrazas tus defectos y virtudes?