Determinado, perseverante y confiable, ese eres tú. No te andas por las ramas cuando se trata de alcanzar tus metas, te esfuerzas muchísimo y lo haces por ti, no para darle gusto a los demás. Ya entendiste que hay veces que es mejor trabajar en silencio, pues hay gente muy envidiosa que lo único que quiere es verte fracasando. Eres Tauro, por supuesto, que valoras la estabilidad, quieres confirmar que estás en el sitio correcto y en el momento correcto. Tauro, tu defecto y tu virtud, descúbrelo aquí.
Tu defecto:
No significa que seas perfecto ni que te creas mejor que los demás. Tú te enfocas en romper tus miedos, sanar tus heridas y en avanzar todos los días. Sin embargo, tienes uno de los peores defectos, así es, tu lado obstinado.
Una vez que se te mete una idea en la cabeza, te aferras, no la sueltas por nada del mundo. Puedes llegar a ser muy cerrado cuando alguien quiere proponerte algo diferente. Te cuesta muchísimo aceptar cuando te equivocas. Te resistes al cambio y amas la rutina.
Sé que tu parte lógica y racional quiere ganar en todo, pero no estaría mal que de vez en cuando escucharas un poquito a tu corazón y a tu voz interior. Te sorprenderías de lo mucho que te pueden ayudar. No seas tan inflexible Tauro, eso te lleva a muchos conflictos y al final tú eres el que hace más corajes.
Tu virtud:
Pero, ¿qué hay del otro lado de la moneda? Hablo de tu mayor virtud, la que te abre puertas. Sí, la lealtad, eres alguien que se toma muy en serio sus compromisos. Consideras que tu palabra es sagrada, jamás jugarías con lo que prometes. Además, cuando se trata de guardar secretos te los llevas hasta el último de tus días.
Eso es lo que te ha ayudado a construir relaciones duraderas. No eres de los que le muestran el corazón a cualquiera, prefieres contar a tus reales con los dedos de una sola mano. Entre más exclusivo es tu círculo más cómodo te sientes.
Y tú, ¿abrazas tus defectos y tus virtudes?