Mírate, tan fuerte, tan impresionante, tan centrado. Te encanta tener el control de tu historia, ya no vas a permitir que vengan a arruinar tus capítulos y eso no quiere decir que todo será miel sobre hojuelas, simplemente, has aprendido a arrancar la página fácilmente. Eres perseverante, muy trabajador y sabes estar, no sueltas la mano de quien te necesita. ¿Conformarte? Para nada, naciste para montar una guerra con tal de alcanzar tus sueños. Honestamente, ya no estás para aceptar migajas, quieres amores, amistades y familiares que te sumen, si te restan la puerta está abierta. Estas son las 5 cosas que todos deberíamos aprender de Tauro.
1.- No importa lo lento que vayas, jamás te detienes
La vida no es color de rosa, te ha enseñado con lágrimas y decepciones que esto se trata de caerte mil veces y volver a levantarte. Hay momentos en los que has creído que no vas a lograrlo, pero tu perseverancia aparece. Por fortuna, eres terco y mucho, te encanta cuando algo se pone difícil porque es una motivación para demostrar que sí puedes. No importa si es mañana o en años, lo haces.
Tu paciencia, tu firmeza y tu serenidad, son claves a la hora de afrontar las crisis. Has aprendido que no se trata de hacer todo a la vez, pero empezar con una cosa te distingue del resto. No te asusta el estrés, descansas y sigues, no hay más.
2.- Amar lo que haces, ese es el secreto
Por mucho tiempo te aferraste a una versión de ti que no te gustaba, la que cumplía con los requisitos de tus padres, tus amigos o tus parejas. Sin embargo, un día te diste cuenta de que mientras hagas lo que amas todo estará bien. Esa es tu regla, te has convertido en un coleccionista de momentos que te alegran el corazón. Ya no te vas a forzar a hacer cosas que te estresan más de lo que te calman.
Y si vas a trabajar horas y horas, te aseguras de que sea algo que te apasione y despierte tu creatividad.
3.- El equilibrio no se encuentra, se crea
¡Qué importante lección! A veces, creemos que la estabilidad es suerte, sin saber lo que hay detrás. Sin embargo, tú eres el vivo ejemplo de que la organización, la disciplina y el amor, te pueden llevar a la vida soñada. No eres de los que deposita culpas en otros, te haces cargo de lo tuyo y si algo no te permite avanzar buscas soluciones o lo sueltas. Ya no dejas que nadie interfiera en tu rutina, si encajan son bienvenidos, pero si no encajan, es mejor que se hagan a un lado porque estorban.
4.- Es importante tener tiempo para uno mismo
Se escribe fácil, pero ponerte en la lista de tus prioridades ha sido un proceso muy doloroso. Por un tiempo tu agenda estaba enfocada sólo a terceras personas, te olvidaste de ti, de tus gustos, tus pasatiempos, tus sueños, lo que te causa sonrisas. Ahora te permites hacer todo aquello que eleve tu espiritualidad. Las caminatas, las lecturas por las noches, los desayunos nutritivos, la meditación, el ejercicio.
La gente debe entender que si invierte el amor que le entrega a los demás en sí misma, su mundo será tres veces más bonito, más tranquilo y más feliz.
5.- Hay que soltar
La vida es eso, un ciclo que hay que limpiar de manera constante, de lo contrario, no das oportunidad de que lleguen cosas nuevas. En tu trayecto has vivido muchísimas despedidas que te partieron el corazón, tuviste que vivir un duelo tras otro, pero era necesario para llegar hasta el sitio en el que ahora te encuentras. Eres práctico, realista, sabes resolver problemas y encontrar soluciones de manera creativa.
No es que no te duela, lloras, gritas y te enojas, pero no te estancas porque sabes que todavía te faltan muchos caminos por recorrer.