[fusion_builder_container hundred_percent=»no» hundred_percent_height=»no» hundred_percent_height_scroll=»no» hundred_percent_height_center_content=»yes» equal_height_columns=»no» menu_anchor=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» background_color=»» background_image=»» background_position=»center center» background_repeat=»no-repeat» fade=»no» background_parallax=»none» enable_mobile=»no» parallax_speed=»0.3″ video_mp4=»» video_webm=»» video_ogv=»» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_loop=»yes» video_mute=»yes» video_preview_image=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» margin_top=»» margin_bottom=»» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ spacing=»» center_content=»no» link=»» target=»_self» min_height=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» background_color=»» background_image=»» background_position=»left top» background_repeat=»no-repeat» hover_type=»none» border_size=»0″ border_color=»» border_style=»solid» border_position=»all» padding=»undefined» dimension_margin=»undefined» animation_type=»» animation_direction=»left» animation_speed=»0.3″ animation_offset=»» last=»no»][fusion_text]
Todos tenemos debilidades y justo es eso lo que nos hace ser diferentes, lo que nos hace ser humanos y reales. Pero todos tenemos nuestro talón de Aquiles, esa debilidad de la cuál nos diferenciamos de los demás. Esa debilidad que es única en cada signo del Zodiaco. Aries, tu talón de Aquiles es que piensas más con el corazón que con la razón. Eres muy impulsivo y muchas veces por eso mismo, la terminas cagando y terminas haciendo cosas que no deberías hacer.
Tienes tanta energía que a veces ni siquiera piensas antes de actuar y ese es tu mayor punto débil.
Pero también, Aries, eres una persona muy competitiva y con muchísimo ego. Esto también podría ser tu talón de Aquiles. Siempre tienes muchísima energía e iniciativa. Y por eso, siempre quieres ser el mejor en todo. Y cuando no lo eres, te enfadas, te encabronas, te dan ganas de mandarlo todo a la mierda, de romper cualquier cosa. En momentos así, es mejor que nadie te diga nada porque puedes ser muy peligroso.
Hay veces que eres tan competitivo que pierdes el control y puedes llegar a hacer daño a los demás sin darte cuenta. Si no llegas el primero, si los demás no te siguen o si algo no va a tu ritmo, estallas. Y ahí es cuando pierdes valor y cuando tu debilidad sale a la luz. Pero no pasa nada, Aries, nadie es perfecto y todos tenemos nuestros pequeños defectos.
Lo mejor, Aries, es que todo tiene arreglo si tú pones de tu parte. Obviamente no cambies por nadie ni por nada.
Sigue siendo tú mismo, con tus más y con tus menos, con tus virtudes y con tus debilidades. Pero para mantener tu reputación y tu integridad, por favor, intenta controlar un poco más esos impulsos y cultiva tu paciencia. Cuando veas que te estás poniendo más nervioso de lo normal o que tu vena competitiva está saliendo a la luz, para, respira, piensa en frío y después continua. Y sigue siendo quién eres, Aries, porque llegarás muy lejos…
[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]