Esa persona a la que juzgan de callada, rara, la que siempre está en su mundo y tiene una relación amor-odio consigo misma, es precisamente Acuario, un signo de aire que duda de todo y de todos, pero nunca se detiene. En definitiva, se le nota la creatividad en cada poro, quizás influye su rebeldía, jamás le ha gustado ponerse a los pies de nadie y la revolución es uno de sus pasatiempos favoritos. Con mucho orgullo defiende sus ideas y si alguien no las comparte, lo respeta, pero establece sus límites, no se queda con quien apaga su brillo.
Su energía es vibrante, pero hay que aprovecharla porque se desvanece según su sentido del humor. Es quien ama la locura, explorar y poner a prueba su intelectualidad. No tiene problema en echar a volar su parte social con tal de empaparse de lo mucho que puede ofrecer el resto. Esta es la personalidad de Acuario explicada al 100%:
Las raíces de Acuario
Su nombre proviene de la constelación Aquarius, es decir, el aguador, eso explica su lado místico, tiene un poder sanador, debido a su conexión tan fuerte con el agua, es el que le da vida a la tierra.
Sin darse cuenta, muchos siguen sus pasos porque inspira, cura, es la representación de la longevidad. Pese a que suele ser un signo muy reservado emocionalmente, se gana el cariño y admiración de los de su alrededor. Es el tipo de persona que no está aquí para ir de paso, cada una de sus acciones deja huella a un nivel inimaginable.
Hay que recordar que está regido por Urano, es decir, el planeta que le hace honor a lo moderno y tecnológico. Es imposible que tenga una actitud conformista ante la vida, necesita estar en movimiento y romper con lo tradicional, siempre con metas grandes. Tiene muy claro que nada se consigue de la noche a la mañana, por eso es muy perseverante. Es el pensador que nació para tener éxito.
No cualquiera entra a la vida de Acuario
Aunque, sumergirse en sus sueños le puede traer indiferencias con sus amigos, familiares o pareja, pues se centra tanto en llegar a la cima que descuida lo más importante durante el trayecto. No es que sea frío, es que está tan enfocado que se distrae del presente. De hecho, esa es la razón por la que rara vez verás a un Acuario involucrado en dimes y diretes, le dan mucha pereza los chismes y la gente cizañosa.
Acuario, tiene muy claro que es mejor levantar una barrera antes de permitir que entren personas con vibración tan baja a su vida. Su corazón es bueno, pero también detesta las ataduras, cuando se siente invadido se aleja, nunca le ha gustado recibir órdenes de nadie. Su alma necesita salir a la hora que se le antoje, es el que decide dónde, cuándo, cómo y con quién. Es mejor que no lo subestimen, porque deja con la boca abierta a cualquiera.
Acuario y su talón de Aquiles
La mayoría del tiempo Acuario suele ser bastante tolerante, no le gustan los problemas, pero… si lo buscan, van a encontrar su lado obstinado y en ese caso es mejor que se alejen, porque no quita el dedo del renglón ni aunque supliquen de rodillas. Si se le mete una idea en la cabeza se aferra, da igual si está bien o mal. A menudo, eso lo puede meter en líos muy graves, pues su orgullo no le permite ceder fácilmente. Un Acuario cegado es peligroso, debido a que es capaz de tirar sus sueños con tal de tener la razón. Ha estado tantas veces en el fondo, que no le importa caer de nuevo, confía en que volverá a levantarse.
Lo que no le sirve a un Acuario
En definitiva, Acuario, no se anda por las ramas cuando se trata de defender lo suyo, en verdad adora estar consigo mismo, en su entorno y con la posibilidad de pensar hasta que su agenda quede llena de nuevo. En el momento en el que se siente presionado no funciona igual, la libertad y él son uno mismo. Ama los desafíos, pero no se enreda en proyectos que lo controlan. Lo impredecible es lo que lo mueve, no quiere que lo dominen. Por lo tanto, no es muy buena idea que tenga vínculos con Cáncer, Tauro y Escorpio, es como mezclar agua y aceite, las diferencias salen rápidamente cayendo en el drama. Sus personalidades necias pueden mantener una guerra eterna.
Acuario y el amor
Digamos que en cuestiones del corazón, Acuario puede ser un poco más flexible, es decir, hay dos lados de la moneda, están los que encajan con su lado rebelde y libre, pero también los que comparten sus pláticas intelectuales. Por ejemplo, Sagitario, Leo y Aries, son igualmente almas libres y aguerridas, lo que le encanta. Sin embargo, con Géminis y Libra, la relación puede ser más duradera, una unión que va más allá de lo físico, es mental.
Desde luego, hay sus excepciones, depende mucho de la esencia de cada persona, al final, lo que Acuario busca es a alguien que sea capaz de aguantar su ritmo. Un confidente que desborde energía, amor por la vida y que sea muy dedicado en todo lo que hace. Quién sabe, capaz y en una de esas termina amando a un signo de tierra. Jamás des por hecha la decisión de un Acuario, porque cuando intervienen sus sentimientos todo puede suceder.
Y tú, ¿te enamorarías de alguien así?