Ella es la mujer que un día entendió que no debe avergonzarse de tener un corazón tan abundante, tan entregado y tan profundo. Antes odiaba ser sensible, se escondía para que no hubiera testigos de su dolor, pero hizo las paces con su esencia y ahora sólo es más cuidadosa a la hora de permitir que alguien entre a su vida. Es Cáncer, obviamente, que la hipnotiza un cielo despejado, el vuelo de las aves o escuchar el sonido del mar. Deberías enamorar de una mujer Cáncer porque es una enamorada de la vida, pero eso no significa que va a creer todo lo que salga de tu boca. Si la quieres vas a tener que ganarte su compañía.
Deberías enamorarte de ella porque es muy solidaria, jamás te dejaría a tu suerte ni se atrevería a minimizar tus emociones. Le gusta estar presente, escuchar tus aventuras, tus tristezas, tus sueños, tus enojos y tus miedos. Es un poco tímida, pero si eres paciente vas a descubrir que esconde un alma mágica.
Es la mujer que nació para honrar el hogar, no le teme al compromiso, al contrario, se siente muy cómoda cuando le hablan de planes a futuro. Eso de compartir los días con alguien sólo para no estar soltera no es lo suyo. Prefiere tomarse su tiempo antes de estar con alguien que no sabe ni lo que quiere.
Deberías enamorarte de Cáncer porque es una mujer con gran inteligencia emocional. Le gusta hablar de frente y ser cariñosa, tiene responsabilidad afectiva y no se irá a dormir si tiene algún pendiente contigo.
Sin embargo, no te atrevas a subestimarla, pues el hecho de que su corazón sea tan bondadoso no significa que sea débil. Ella tiene los pantalones bien puestos y una astucia que asusta a cualquiera. Cáncer es el tipo de mujer que no necesita usar la fuerza física para derribarte. Debes tener cuidado, si la haces enojar vas a recordar sus palabras hirientes toda la vida.
Deberías enamorarte de Cáncer porque ella no se anda con tonterías, cuando pisa lo hace con toda la intención de dejar huella. Sabe que su alma enamora y si le haces daño lo vas a pagar muy caro. Ella no es para corazones tibios.
Y tú, ¿te atreverías a amarla?