Si has nacido el 11 de agosto, eres el tipo de persona que derrocha simpatía, la verdad es que se te da muy bien eso de establecer vínculos con personas que apenas conoces. Ser social no es algo que te cueste trabajo. No obstante, eso no quiere decir que vayas por ahí dándole tu corazón a cualquiera. Cuando se trata de compartir emociones eres muy selectivo, sabes muy bien lo que esperas del otro y no estás dispuesto a ceder para darle gusto a nadie. Sin duda, cuando quieres algo sales a luchar por él, eso de quedarte de brazos cruzados no es lo tuyo.
Eres Leo, una de las razones por las que siempre estás preparado para todo. Ser observador y comunicar lo que sientes sin filtros, es parte de tus pasatiempos favoritos. Si hay algo que amas es disfrutar el momento, tu lado impulsivo es el que muchas veces no escucha a la razón y simplemente te dejas llevar por lo que te dictan tus emociones.
Te gustan las cosas claras, de frente y huyes de los manipuladores, no hay nada que odies más que tener que lidiar con gente que ni siquiera conoce tu historia de vida y se atreve a querer decidir sobre lo que quieres hacer de tus días. Puede que para algunos seas demasiado crítico, incluso contigo mismo, no te conformas y siempre quieres más. Esto porque confías en tus habilidades, sabes que estás hecho para cosas grandes y no hay nada que te pueda detener. Prefieres ser duro que dejarte caer en los peores momentos.
Los nacidos el 11 de agosto, son bendecidos por el ingenio y la valentía, esto ayuda a que seas tan determinado, no te tomas las cosas a juego, si quieres algo sales a buscarlo sin miedos. Es más que obvio que la confrontación no te asusta, confías en la inteligencia que hay en cada uno de tus argumentos. Eres un ser que le apuesta a la practicidad, a la eficiencia, al amor y la exigencia. Crees firmemente en que no se puede hacer una cosa sin la otra. Si hay algo que te hace sobresalir es tu parte encantadora, por ahí dicen que eres de sangre liviana, porque tienes un don para cautivar a cualquiera que aparezca en tu camino. Eres valentía, vanidad y amas el control. Eso en parte te ayuda a ser una persona tan emprendedora y con las agallas para enfrentar la mediocridad.
Desde luego, no todo es color de rosa en tu personalidad, hay ciertos rasgos que pueden ser un dolor de cabeza para los demás. En primer lugar, no eres de los que va por ahí compadeciéndose, incluso no lo haces contigo, porque crees que todos tienen la capacidad de salir adelante, pero no lo han descubierto. Además, puedes llegar a ser muy egoísta, temperamental y un tanto controlador. El deseo porque las cosas salgan a tu antojo puede ser una de las razones por las que siempre terminas protagonizando discusiones.
Tu símbolo astrológico es el León, es gracias a él que no le temes a nada, simplemente ser cobarde no está en tu vocabulario. Estás acostumbrado a ser fuerte, asertivo y dominante. Eres de los que analiza cada detalle, pero si se trata de actuar en el momento no lo vas a pensar dos veces. Tu elemento es el fuego, es quien simboliza poder, luz, amor, es la razón por la que no importan las veces que te digan que no puedes, aún así lo vas a seguir intentando.
El Sol es quien te gobierna, es por ello que amas que el resto aprecie la forma en que llenas de luz cada sitio que pisas. Disfrutas cuando los demás valoran tu esfuerzo. Por su parte, la numerología dice que tus números de la suerte son el 3, 6, 12, 16 y 26.
Si has nacido el 11 de agosto, eres una pareja que se entrega de forma pasional, sensual y divertida. Te gusta que te pongan como prioridad, que te den la seguridad de que quieren algo a largo plazo. Eso de los amores de un rato no es algo que esté en tus prioridades. Si alguien no está listo para el compromiso, prefieres seguir con tu soledad. Eso sí, tu carácter es fuerte, cambiante, cuando tu lado temperamental toma el control es mejor que todos se hagan a un lado. En el momento que prometes lealtad no hay poder humano que te haga cambiar de opinión, te entregas con toda el alma.
Eres como tu color de la suerte, el naranja, el color que representa todo ese cúmulo de vibra positiva que pones en todo lo que haces. Es el color de tu alma loca, reflexiva, intensa, atrevida. Pero también es el color que te ayuda a poner los pies sobre la Tierra y que te aporta ese toque de calma que sana.