Cuando dos Aries se juntan, hay muchas posibilidades de que, de un momento a otro, lleguen los fuegos artificiales, que quizás no durarán más de diez o quince minutos pero será un espectáculo lleno de colores, eso seguro. Una relación entre dos carneros será intensa, para lo bueno y para lo malo. Aries es un signo que acepta fácilmente la derrota. Así que, imagínate a dos. Hay un constante tira y afloja para casi todo lo que hacen. Hay una “competición encubierta”, quizás no todo el mundo se de cuenta de que entre estos dos hay tensión. Pero la tensión está. Vamos a ver cómo es la compatibilidad Aries y Aries:
Aries y Aries puede convertirse en la pareja perfecta, o por el contrario puede ser una amargura de las buenas. Cabezones, testarudos y egoístas muchas veces, sí, necesitan de alguien que les de su propio espacio y tiempo para tomar decisiones y, al mismo tiempo, que les empuje para poder avanzar. Necesitan a alguien fuerte a su lado, pero a la vez que no se pase de fuerte…
Es muy complicado que dos personas de este carácter sean capaces de mantener una relación sana y equilibrada y también es complicado que se de una combinación entre dos Aries.
No es muy común en el Zodiaco, entre otras cosas, porque Aries no suele sentirse atraído por alguien de su mismo signo.
Si los dos maduran, si son capaces de ver a la pareja como a alguien que puede ayudarles a crecer, como a alguien que realmente puede comprender mejor que nadie cómo se sienten, qué es lo que sienten, entonces, no dejarán de ser dos personas con un fondo de carácter común que pueden llegar a comprenderse, aunque estén en diferentes grados de evolución o de madurez.
El problema está en que si no han evolucionado, al menos uno de los dos, de forma previa, el carácter cerrado, la necesidad de replantearse cualquier cosa como si fuera de vida o muerte. El radicalismo y el extremismo de Aries puede llevar a que esta relación se convierta en una lucha de poder frenética que solo acabará cuando uno de los dos, empujado por su orgullo decida desaparecer.
La solución para que no acabaran tirando por la borda la relación sería pensar un poco más en las necesidades del otro y desarrollar la capacidad de ceder en pro de la pareja, una vez por uno y otra vez por otro y no llevar el egoísmo puramente a lo individual.
Cuando un Aries se va es para no volver nunca, imagina lo que pasa cuando son dos los Aries que optan por el camino de salir corriendo.
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